El comentario anterior iba sobre una izquierdista y me preguntaba si era clásica o moderna. Hoy tengo a la vista otro artículo en El País, esta vez de Javier Ayuso, que, cómo no, también da todo tipo de opiniones sobre "la izquierda", a la que, igual que todos los demás (pues parece ser algo que todo el mundo sabe qué es), no define. Para Javier, la izquierda (donde aparece, faltaba más, el PSOE, y el PCE y otros partidos de orientación comunistas) desempeñó un papel decisivo en España en las últimas décadas; primero, contra la dictadura y, luego, en los años de la "Transición democrática". Tal papel, siempre según Javier, se centró en los aspectos económicos, sociales, políticos e institucionales, lo que dio lugar al régimen del 78 "que ahora algunos quieren torpedear.
Ayuso parece olvidar que esa dictadura era un régimen capitalista, es decir, exactamente igual que ahora, luego no sé cuál es ese papel económico decisivo que jugó la izquierda, a no ser que haya sido el de, traicionando todos sus principios, apoyar decididamente al capitalismo.
A la clase capitalista en aquella época le interesaba el fin de la dictadura, pues su expansión en Europa pasaba por la integración de España en la entonces CEE, lo que le estaba vedado precisamente por el régimen de Franco.Dicho en otras palabras, si Franco no hubiese muerto cuando lo hizo, la clase capitalista habría hecho lo posible para derribarlo, pues sus intereses económicos así lo exigían.
Entonces, una vez muerto el dictador, toda la transición hasta la Constitución de 1978, fue un proceso que el capital trató y logró que se hiciese, también, según sus estrictos intereses. Y ahí contó con el apoyo, "decisivo", como dice Ayuso, e impagable, añado yo, de ese grupo social o lo que sea, a la que nuestro articulista llama "izquierda" . Tal transición tuvo lugar en medio de una grave crisis económica, con un paro muy elevado y una inflación galopante. ¿Y qué hizo la izquierda? Apoyar un duro ajuste económico a costa de la clase trabajadora y del erario público, tal y como hizo en esta crisis el PSOE (parte de la "izquierda", según Javier), el cual permitió poner la situación donde la quería el capital para ir preparando la entrada de España en la CEE: se desmanteló el sector público empresarial (al que se puso, obviamente, la puntilla), se privatizaron servicios públicos, se sanearon empresas que luego se traspasaron al sector privado, vamos, exactamente igual que ahora. Pero ahora, no había la coartada de entonces. En aquella época, la izquierda decía, o mejor, engañaba diciendo que todo era por la "democracia", que todos los sacrificios que se hacían eran en aras de superar el franquismo. Y lo creímos. Creíamos que aquello, como había partidos políticos, íbamos a votar y se podían hacer huelgas y manifestaciones, era la "democracia". Hoy, casi cuarenta años después, igual que ayer, los capitalistas se siguen forrando y la clase trabajadora se ve sumida en unas cifras de paro, pobreza y exclusión social insoportables. Y claro, Ayuso, como buen burgués progre y casi seguro que si se le pregunta, "izquierdista", ve muy bien el régimen del 78; y le preocupa, por que a lo mejor se le acaba el chollo, que ahora haya gente que ponga en tela de juicio tales "logros". No se le ocurre pensar que puede haber alguien que quiera poner coto a tales desmanes. Por si hubiese dudas sobre quién se está forrando y quién hundiendo, ver las páginas sepia de El País del 2 de agosto. Titular: "Los beneficios empresariales crecen un 37%". Ahora comparémoslo con las cifras de paro, del nivel de desigualdad, de pobreza, de malnutirición, de empeoramiento de los servicios públicos, de su privatización, etc. ¿No da asco leer a gente como Javier Ayuso?
Ayuso parece olvidar que esa dictadura era un régimen capitalista, es decir, exactamente igual que ahora, luego no sé cuál es ese papel económico decisivo que jugó la izquierda, a no ser que haya sido el de, traicionando todos sus principios, apoyar decididamente al capitalismo.
A la clase capitalista en aquella época le interesaba el fin de la dictadura, pues su expansión en Europa pasaba por la integración de España en la entonces CEE, lo que le estaba vedado precisamente por el régimen de Franco.Dicho en otras palabras, si Franco no hubiese muerto cuando lo hizo, la clase capitalista habría hecho lo posible para derribarlo, pues sus intereses económicos así lo exigían.
Entonces, una vez muerto el dictador, toda la transición hasta la Constitución de 1978, fue un proceso que el capital trató y logró que se hiciese, también, según sus estrictos intereses. Y ahí contó con el apoyo, "decisivo", como dice Ayuso, e impagable, añado yo, de ese grupo social o lo que sea, a la que nuestro articulista llama "izquierda" . Tal transición tuvo lugar en medio de una grave crisis económica, con un paro muy elevado y una inflación galopante. ¿Y qué hizo la izquierda? Apoyar un duro ajuste económico a costa de la clase trabajadora y del erario público, tal y como hizo en esta crisis el PSOE (parte de la "izquierda", según Javier), el cual permitió poner la situación donde la quería el capital para ir preparando la entrada de España en la CEE: se desmanteló el sector público empresarial (al que se puso, obviamente, la puntilla), se privatizaron servicios públicos, se sanearon empresas que luego se traspasaron al sector privado, vamos, exactamente igual que ahora. Pero ahora, no había la coartada de entonces. En aquella época, la izquierda decía, o mejor, engañaba diciendo que todo era por la "democracia", que todos los sacrificios que se hacían eran en aras de superar el franquismo. Y lo creímos. Creíamos que aquello, como había partidos políticos, íbamos a votar y se podían hacer huelgas y manifestaciones, era la "democracia". Hoy, casi cuarenta años después, igual que ayer, los capitalistas se siguen forrando y la clase trabajadora se ve sumida en unas cifras de paro, pobreza y exclusión social insoportables. Y claro, Ayuso, como buen burgués progre y casi seguro que si se le pregunta, "izquierdista", ve muy bien el régimen del 78; y le preocupa, por que a lo mejor se le acaba el chollo, que ahora haya gente que ponga en tela de juicio tales "logros". No se le ocurre pensar que puede haber alguien que quiera poner coto a tales desmanes. Por si hubiese dudas sobre quién se está forrando y quién hundiendo, ver las páginas sepia de El País del 2 de agosto. Titular: "Los beneficios empresariales crecen un 37%". Ahora comparémoslo con las cifras de paro, del nivel de desigualdad, de pobreza, de malnutirición, de empeoramiento de los servicios públicos, de su privatización, etc. ¿No da asco leer a gente como Javier Ayuso?
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