Nueva sarta de tonterías, propias de burgués "progre", en El País del sábado 9 de abril. Esta vez a cargo de unos de sus fijos: Francisco G. Basterra. Este debe ser muy famoso, pues, a diferencia de en otras ocasiones, no aparece ninguna a referencia a su profesión: politólogo, escritor, vamos, algún detalle. En este caso, nada de nada.
El artículo lleva por título "Globalización del descontento"; y se destaca la siguiente genialidad: "Los ciudadanos no reciben respuesta a sus demandas de prosperidad y equidad". Como es costumbre en toda esta gentuza "progre", se utilizan términos inclusivos, como es este de "ciudadanos". Habría que preguntarle a este "faro de occidente" si es que Ana Patricia Botín o Amancio Ortega, por poner solo dos ejemplos bien conocidos de explotadores españoles, no son "ciudadanos", pues no les tengo oído reclamar para sí ni prosperidad ni equidad. La primera, por que ya la tienen en cantidades indecentes, a costa de la vida y el trabajo de miles de personas a las que explotan sin el menor miramiento. En cuanto a la "equidad", no solo es que no la reclaman, es que la rechazan a más no poder. Si hubiera "equidad" no habría explotación y ellos no podrían vivir como viven. Por lo tanto, este burgués de G. Basterra no debería referirse a "ciudadanos", sino a explotados, trabajadores, pues en estos sí caben las demandas de "prosperidad" y "equidad". Pero, claro, eso significa hacer una distinción entre los "ciudadanos" basada en la clase a la que estos pertenecen, pero tal cosa, a un "progre", que, además, se considerará a él mismo como de "izquierdas", le pone la piel de gallina. ¡Hablar de esa antigualla de las clases sociales, por favor! !Esto son ideas decimonónicas ya superadas!
G.Basterra critica al "desnortado Partido Socialista francés, ejemplo de la decadencia de la socialdemocracia en Europa". Que el partido socialista francés está desnortado no lo pongo en duda. Es más, no es ni socialista, pues en el siglo pasado abandonó toda actitud basada en los principios marxista que sirvieron de fundamento a su nacimiento. Pero como este, el partidos socialdemócrata alemán, el P$o€ y todos los partidos que con esta o similares denominaciones existen en Europa. Por lo tanto, contra lo que sostiene nuestro ínclito articulista, el partido socialista francés no es ejemplo de nada o lo es en la misma medida que todos los demás.
Luego pasa a comentar que para tratar de dar respuesta al descontento que muestran estos días los "indignados" franceses, es decir, los que no pertenecen a la minoría explotadora "Surgen vendedores de soluciones mágicas para problemas complejos y venden. Proteccionismo y guerras comerciales para arrebatar a China los empleos perdidos por EE.UU (Trump). Sanders, populista de izquierdas, está ganando a Hillary Clinton en los estados industriales cono un mensaje parecido". Típico de sujeto que sabe muy bien cuál es su misión al servicio del capitalismo, G. Basterra confunde o identifica interesadamente a Sanders (de quien dudo sea un peligroso bolchevique) con Trump, un adalid de la explotación mundial, del racismo, del matonismo, etc. Y ello, porque ofrecen soluciones mágicas. Por supuesto, tampoco nos detalla Basterra, al margen de la generalidad del proteccionismo, cuáles son esas soluciones mágicas que, al parecer, todos conocemos. Lo que Trump ofrece, como nos dice nuestro autor, no me parece nada de "mágico", pues ofrece recetas liberales para los explotadores de dentro y proteccionismo en contra de los de fuera. Si Basterra supiera algo de historia, sabría que este, el proteccionismo, fue uno de los problemas de la Europa de principios del siglo pasado que, junto con el colonialismo y la lucha económica entre la Entente (Francia, Rusia y Gran Bretaña) y las potencias centrales (Prusia y el Imperio Austro-Húngaro, fundamentalmente) desembocó en la primera guerra mundial. Así que de "soluciones mágicas" nada de nada; bien reales para nuestra desgracia. En cuanto al "populismo" de Sanders, no tengo nada que decir, pues no sé lo que dice el candidato ni Basterra nos lo cuenta. Claro que al hablar de "populismo de izquierdas" me imagino que Sanders, que, repito, por lo que he leído, no me parece ningún peligroso bolchevique, tendrá un programa parecido al de Podemos en España, a quien toda esta gentuza burguesa califica de "populista". Lógico, cualquier cosa que pueda poner en peligro los niveles de explotación a que está siendo sometida la clase trabajadora o que pueda hacer dudar a los burgueses que viven como dios en este sistema capitalista, como, por ejemplo, G.Basterra, de que la cosa vaya a seguir así, pues los moviliza inmediatamente, lo que explica la incesante campaña contra Podemos por su populismo, su supuesto carácter bolivariano, su financiación iraní, etc.
Tras otra serie de consideraciones de "gran calado" como las comentadas, nuestro articulista nos dice, para acabar, que el descontento actual lleva a que el 48% de los habitantes de EE.UU de entre 19 y 29 años crea que el sueño americano se ha acabado, así como a la "ira y desafección hacia un sistema que amplia la brecha de la desigualdad". Y esto, continúa, es un "Combustible de acto octanaje para alimentar la mundialización del descontento. La marea sube". Pues a ver si es verdad. A ver si el descontento sube, cobramos conciencia de ello, no nos dejamos engañar como llevamos haciendo decenios, la marea sube y se lleva por delante a esta lacra que es el capitalismo y a todos sus defensores.
El artículo lleva por título "Globalización del descontento"; y se destaca la siguiente genialidad: "Los ciudadanos no reciben respuesta a sus demandas de prosperidad y equidad". Como es costumbre en toda esta gentuza "progre", se utilizan términos inclusivos, como es este de "ciudadanos". Habría que preguntarle a este "faro de occidente" si es que Ana Patricia Botín o Amancio Ortega, por poner solo dos ejemplos bien conocidos de explotadores españoles, no son "ciudadanos", pues no les tengo oído reclamar para sí ni prosperidad ni equidad. La primera, por que ya la tienen en cantidades indecentes, a costa de la vida y el trabajo de miles de personas a las que explotan sin el menor miramiento. En cuanto a la "equidad", no solo es que no la reclaman, es que la rechazan a más no poder. Si hubiera "equidad" no habría explotación y ellos no podrían vivir como viven. Por lo tanto, este burgués de G. Basterra no debería referirse a "ciudadanos", sino a explotados, trabajadores, pues en estos sí caben las demandas de "prosperidad" y "equidad". Pero, claro, eso significa hacer una distinción entre los "ciudadanos" basada en la clase a la que estos pertenecen, pero tal cosa, a un "progre", que, además, se considerará a él mismo como de "izquierdas", le pone la piel de gallina. ¡Hablar de esa antigualla de las clases sociales, por favor! !Esto son ideas decimonónicas ya superadas!
G.Basterra critica al "desnortado Partido Socialista francés, ejemplo de la decadencia de la socialdemocracia en Europa". Que el partido socialista francés está desnortado no lo pongo en duda. Es más, no es ni socialista, pues en el siglo pasado abandonó toda actitud basada en los principios marxista que sirvieron de fundamento a su nacimiento. Pero como este, el partidos socialdemócrata alemán, el P$o€ y todos los partidos que con esta o similares denominaciones existen en Europa. Por lo tanto, contra lo que sostiene nuestro ínclito articulista, el partido socialista francés no es ejemplo de nada o lo es en la misma medida que todos los demás.
Luego pasa a comentar que para tratar de dar respuesta al descontento que muestran estos días los "indignados" franceses, es decir, los que no pertenecen a la minoría explotadora "Surgen vendedores de soluciones mágicas para problemas complejos y venden. Proteccionismo y guerras comerciales para arrebatar a China los empleos perdidos por EE.UU (Trump). Sanders, populista de izquierdas, está ganando a Hillary Clinton en los estados industriales cono un mensaje parecido". Típico de sujeto que sabe muy bien cuál es su misión al servicio del capitalismo, G. Basterra confunde o identifica interesadamente a Sanders (de quien dudo sea un peligroso bolchevique) con Trump, un adalid de la explotación mundial, del racismo, del matonismo, etc. Y ello, porque ofrecen soluciones mágicas. Por supuesto, tampoco nos detalla Basterra, al margen de la generalidad del proteccionismo, cuáles son esas soluciones mágicas que, al parecer, todos conocemos. Lo que Trump ofrece, como nos dice nuestro autor, no me parece nada de "mágico", pues ofrece recetas liberales para los explotadores de dentro y proteccionismo en contra de los de fuera. Si Basterra supiera algo de historia, sabría que este, el proteccionismo, fue uno de los problemas de la Europa de principios del siglo pasado que, junto con el colonialismo y la lucha económica entre la Entente (Francia, Rusia y Gran Bretaña) y las potencias centrales (Prusia y el Imperio Austro-Húngaro, fundamentalmente) desembocó en la primera guerra mundial. Así que de "soluciones mágicas" nada de nada; bien reales para nuestra desgracia. En cuanto al "populismo" de Sanders, no tengo nada que decir, pues no sé lo que dice el candidato ni Basterra nos lo cuenta. Claro que al hablar de "populismo de izquierdas" me imagino que Sanders, que, repito, por lo que he leído, no me parece ningún peligroso bolchevique, tendrá un programa parecido al de Podemos en España, a quien toda esta gentuza burguesa califica de "populista". Lógico, cualquier cosa que pueda poner en peligro los niveles de explotación a que está siendo sometida la clase trabajadora o que pueda hacer dudar a los burgueses que viven como dios en este sistema capitalista, como, por ejemplo, G.Basterra, de que la cosa vaya a seguir así, pues los moviliza inmediatamente, lo que explica la incesante campaña contra Podemos por su populismo, su supuesto carácter bolivariano, su financiación iraní, etc.
Tras otra serie de consideraciones de "gran calado" como las comentadas, nuestro articulista nos dice, para acabar, que el descontento actual lleva a que el 48% de los habitantes de EE.UU de entre 19 y 29 años crea que el sueño americano se ha acabado, así como a la "ira y desafección hacia un sistema que amplia la brecha de la desigualdad". Y esto, continúa, es un "Combustible de acto octanaje para alimentar la mundialización del descontento. La marea sube". Pues a ver si es verdad. A ver si el descontento sube, cobramos conciencia de ello, no nos dejamos engañar como llevamos haciendo decenios, la marea sube y se lleva por delante a esta lacra que es el capitalismo y a todos sus defensores.
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