Albert Rivera me parece un demagogo infame. Ahora el miedo a Podemos por parte de todos los partidos parece haberse acrecentado. Acaso sea por las encuestas internas de las que disponen, ya que las que se hacen publicas solo les deparan un segundo puesto y a una cierta distancia del PP. El cambio en el tono de Ribera es más que evidente. En la campaña electoral de las elecciones de diciembre pasado jamás atacó a Podemos con el argumento de que representaba el viejo comunismo, de que iba a traer a España un régimen bolivariano como el de Venezuela o de que recibía financiación de este país. En la campaña actual no hay día que utilice uno de estos argumentos o los tres, con independencia de la pregunta que le hagan o en el acto electoral que participe. En esto, Rivera coincide plenamente con el resto de los partidos representantes del IBEX-35, es decir PP y P$o€. El miedo que tienen a Podemos es tan grande que hay que utilizar cualquier argumento con tal de desacreditarlo. Y claro, la cosa pinta mal para esos tres partidos si es que, más o menos se repiten los resultados electorales pasado, incluso si el Podemos obtiene mejor resultado que el P$o€. El PP solo quiere pactar con este último, el cuál ya le ha dicho por activa y por pasiva que no lo hará. Lógico, si Sánchez, ese gran burgués, pacta con el partido de Rajoy, cavará su tumba política o provocará un cisma en el P$o€ o ambas cosas a la vez. Al PP no le importa que se una C's, pero estos ya dijeron que solo cabe un pacto en el PP si desaparece Rajoy, a lo que ni este ni su partido, de momento (veremos después de las elecciones), parecen estar dispuestos. Por su parte, C's está dispuesto (se supone, aunque no lo diga expresamente, pues ya lo hizo una vez) a un pacto con el P$o€, que este, también de momento y para rodearse de cierto áurea de "izquierdismo" o "progresismo", no quiere admitir. Por tanto, la alianza entre partidos claramente burgueses y alejados de lo que hoy se entiende por socialdemocracia, es decir, una mera administración del capitalismo, parece difícil, por lo memos de palabra, cuando veamos los resultados electorales veremos qué pasa de verdad.
Y en medio de esta situación, Rivera se da un periplo por Venezuela para criticar la falta de respeto a los derechos humanos en este país y para hablar de cómo desde ahí se financia a Podemos. Patético. Para empezar a él le respetaron el derecho humano a la crítica pública del presidente de la república. En segundo lugar nos habla del desabastecimiento, sin preguntarse si tal situación no se deberá a una actuación del capital venezolano para provocar el descontento entre la población. Y tercero, emplaza a Pablo Iglesias a que vaya a Venezuela a explicar la financiación de Podemos, cuando sabe de sobra que los Tribunales españoles ya han dicho, en más de una ocasión, que no hay financiación ilegal alguna. Eso sí, una vez completado el periplo venezolano, a Ribera no se le ocurrió, por ejemplo, viajar a China a reclamar el respeto a lo derechos humanos y a la disidencia; tampoco se le pasó por la cabeza desplazarse a algún emirato árabe o a Arabia Saudita para proclamar la igualdad de derechos entre hombres y mujeres o el derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo; como tampoco viajará a ningún país conocido por la explotación infantil a denunciar tal situación y a exigir su terminación. No, viajó a Venezuela donde le permitieron la entrada y le permitieron denunciar al presidente de la república y al gobierno por la situación económica del país y por la falta de respeto a los derechos humanos. No está mal. Si queremos un ejemplo de demagogia barata, Rivera nos ha dado una muestra perfecta de ello. Y otra cosa, para denunciar penurias económicas no tenía falta laguna de cruzar "el charco", tiene ejemplos de sobra aquí, en España.
Finalmente, Ribera lo tiene crudo. Salvo un resultado del PP o del P$o€ que le permita jugar el papel que otrora jugaban el PNV o CiU (lo que sería un gran resultado para aquellos partidos), el C's no tendrá la menor posibilidad de tocar poder.
Y en medio de esta situación, Rivera se da un periplo por Venezuela para criticar la falta de respeto a los derechos humanos en este país y para hablar de cómo desde ahí se financia a Podemos. Patético. Para empezar a él le respetaron el derecho humano a la crítica pública del presidente de la república. En segundo lugar nos habla del desabastecimiento, sin preguntarse si tal situación no se deberá a una actuación del capital venezolano para provocar el descontento entre la población. Y tercero, emplaza a Pablo Iglesias a que vaya a Venezuela a explicar la financiación de Podemos, cuando sabe de sobra que los Tribunales españoles ya han dicho, en más de una ocasión, que no hay financiación ilegal alguna. Eso sí, una vez completado el periplo venezolano, a Ribera no se le ocurrió, por ejemplo, viajar a China a reclamar el respeto a lo derechos humanos y a la disidencia; tampoco se le pasó por la cabeza desplazarse a algún emirato árabe o a Arabia Saudita para proclamar la igualdad de derechos entre hombres y mujeres o el derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo; como tampoco viajará a ningún país conocido por la explotación infantil a denunciar tal situación y a exigir su terminación. No, viajó a Venezuela donde le permitieron la entrada y le permitieron denunciar al presidente de la república y al gobierno por la situación económica del país y por la falta de respeto a los derechos humanos. No está mal. Si queremos un ejemplo de demagogia barata, Rivera nos ha dado una muestra perfecta de ello. Y otra cosa, para denunciar penurias económicas no tenía falta laguna de cruzar "el charco", tiene ejemplos de sobra aquí, en España.
Finalmente, Ribera lo tiene crudo. Salvo un resultado del PP o del P$o€ que le permita jugar el papel que otrora jugaban el PNV o CiU (lo que sería un gran resultado para aquellos partidos), el C's no tendrá la menor posibilidad de tocar poder.
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