Álvarez Junco escribe un artículo titulado "El verano del 14" sobre los motivos que dieron lugar al inicio de la primera guerra mundial. No es lo único que he oído y leído sobres esta cuestión. Y, naturalmente, como corresponde a unos medios en manos de la clase dominante, no he visto ni oído ninguna referencia al libro de Lenin "El imperialismo, fase superior del capitalismo". Esto es curioso, porque "progres" como Álvarez Junco o el diario "El País" gustan mucho de considerarse demócratas y paladines de la democracia y, por tanto, presumen de estar abiertos a todos los puntos de vista, pero se ve que eso es solo hasta cierto punto, claro. En este caso, no se tomaron la molestia de ofrecer otro punto de vista sobre la cuestión, ya que todos los vistos y oídos, fundamentalmente, ponen el acento en el nacionalismo como causa del inicio de la guerra del 14 (a lo mejor influye algo la deriva nacionalista catalana para poner esta causa como causa primera y casi única de tal hecho).
Cierto, todos, menos Lenin, echan la culpa de tal acontecimiento al nacionalismo. La gente, al decir, de Álvarez Junco, gritaba en París ¡A Berlín! Y los berlineses hacían lo propio: ¡A París! Lo que no nos dice Álvarez Junco es si esas masas actuaban de forma espontanea o lo hacían azuzadas, manipuladas e influidas por unos gobiernos que, al servicio de sus respectivos capitalistas, estaban interesados en acabar los unos con los otros, para quedarse con la mayor parte del pastel posible (las colonias, fundamentalmente). No, Álvarez Junco, en el colmo de la manipulación, sostiene que eran esas masas las que empujaban a sus gobiernos a despeñarse. Y también que se impuso (¿quizas también por esas masas?) el nacionalismo que se identifica con políticas agresivas, imperialistas o militaristas y una retórica de los gobiernos en tal sentido. Resulta patético pensar que el autor del artículo se crea lo que escribe. Yo más bien pienso que lo hace al servicio de quien le paga y le sostiene. ¿Cómo es posible que Álvarez Junco no achaque a las luchas entre capitalistas por extender su dominio tanto en Europa como en África y, en general, en el mundo colonial, la verdadera causa de la guerra? ¿Cómo es posible que no dedique ni un renglón al libro de Lenin, aunque solo sea para criticarlo e iluminarnos a los demás sobre lo equivocado de su punto de vista? Porque, obvimente, no conviene, porque hay que "olvidar" que existe otro análisis, otro punto de vista y este no es nada favorable para con la clase dominante. En fin, porque alguien podría preguntarse si las guerras de Irak, Afganistan, Siria, etc, etc también responden a puros intereses capitalistas de dominación sobre recursos como el petroleo y que no tienen nada que ver, como machaconamente so nos dijo y se nos sigue diciendo, con el terrorismo, y eso conviene todavía menos.
En fin, una recomendación: leer el libro de Lenin, siempre puede invitar a la reflexión y servir de contraste a tanto pensamiento único sobre las causas de la primera guerra mundial y de todas las guerras habidas desde la revolución francesa.
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