Ha fallecido Rita Barberá. Ahí debería haber empezado y terminado este luctuoso suceso por lo que a la actividad del Congreso de los Diputados se refiere. Pero no. No podía dejarse a la muerta en paz. Había que hacer algo y se hizo: guardar un minuto de silencio. ¿Por qué? ¿Quién era para el Congreso la ciudadana Rita Barberá? Todo lo más sería amiga de unos, compañera de otros, enemiga de algunos, una senadora, pero nada más. ¿Por qué el minuto de silencio, cuando creo que, en otros casos similares (fallecimiento de senadores) no se hizo así? No parece aventurado decir que por puro interés partidista.
Pues bien, al momento de producirse el minuto de silencio, unos diputados, los de UNIDOS PODEMOS, deciden no participar y estar ausentes.
Luego, declaraciones de los adversarios de Rita Barberá en las que, con unas u otras palabras, muestran su respeto por la persona, pero no por su faceta de política. ¿Cómo puede ser esto? ¿cómo se puede distinguir a la "persona" abstracción hecha de una de sus manifestaciones como es la "política"? ¿Cabe, contra la concepción aristotélica del ser humano (zoon politikon), negarle su carácter de "animal político"? No. Por lo tanto, no puede haber tal separación; y no se puede respetar a la persona y no respetar a la persona política. Es esta una de las gansadas más a las que nos tiene acostumbrados la clase política. Según del Diccionario de la Real Academia de la Lengua, "respeto" quiere decir, veneración, acatamiento, miramiento, consideración, deferencia hacia alguien. Siendo esto así, convendría que todos ellos nos aclararan qué es lo que "respetan" de Rita persona y qué no de la Rita política. Al parecer pueden no respetar a Rita en cuanto política que está permanentemente del lado de los de arriba, de los capitalistas, que apoya la política de un partido que no hace sino aumentar la desigualdad en España, que sacrifica los derechos de los de abajo en favor de los de los poderosos, que recorta servicios públicos, que estaba investigada por financiación ilegal del PP valenciano, que endeudó a Valencia con actuaciones propias de megalómanas, que cobraba un sueldo como senadora sin casi pisar tal institución, que se hospedaba en habitaciones de varios cientos de euros por noche pagados con el dinero de los contribuyentes que están sumidos en una crisis durísima, etc. etc. ¿Se puede respetar, venerar, acatar, considerar a una persona así? Urge una explicación. Urge que nos digan, repito, qué es lo que respetan de Rita Barberá ahora que está muerta y que desconocíamos que respetaran de ella en vida. También convendría que nos aclarasen si el fallecimiento de una persona la hace respetable y digna de acatamiento y veneración por ese hecho. En fin, toda esta distinción me parece pura palabrería, cuando no, también, una profunda ignorancia del diccionario o un caso de tergiversación del significado de las palabras.
Y ahora, otro aspecto de la cuestión: la descomunal hipocresía del PP. Resulta que dedican calificativos muy duros a los diputados de UNIDOS PODEMOS por no participar en el homenaje, cuando ellos, los del PP, la trataron en vida con mucha mayor dureza, tanto en Valencia como en Madrid: presionándola para que dimitiera, echándola del partido (Aznar hizo un comunicado en el que pone esto de manifiesto, aunque en el partido se prefiere el eufemismo de "se da de baja"), echándola del grupo del PP en el Senado, no apoyándola jamás en sus declaraciones (salvo el triste recurso a la "presunción de inocencia"). Resumiendo, le dieron la espalda y la ignoraron olímpicamente. Y ahora dicen cosas más o menos como: ¡Qué pena! "Era una gran mujer", "Hizo mucho por Valencia", "Lo dio todo por el partido", "Esos de UNIDOS PODEMOS son pura gentuza por no participar en el homenaje. Ahora vemos de qué calaña son". ¿Se puede ser más hipócritas?
El único que hizo algo por ella fue Rajoy, que la mantuvo como aforada y, quién puede negarlo, autorizó a o influyó para que las Cortes Valencianas la eligieran como senadora.
Tampoco se puede dejar pasar por alto la utilización partidista del evento por parte del PP. Efectivamente, podían, por ejemplo, guardar un minuto de silencio cada vez que una mujer es víctima de un asesinato machista, pero no lo hacen. Todo lo más, y no siempre, se sale a la puerta de las instituciones (donde, por cierto, a veces hay ausencias clamorosas) y nadie pasa lista para ver quién no está y luego hacer la crítica correspondiente. Y otra cosa. Uno de los argumentos para criticar a UNIDOS PODEMOS es que un minuto de silencio no es un homenaje, un acto de respeto y que, por lo tanto, no había motivo para ausentarse. Entonces ¿qué es? ¿un insulto? ¿un acto de desprecio? Los que dicen esto deberían darnos ejemplos de minutos de silencio guardados en favor de personas fallecidas a las que consideraban despreciables. Por tanto, utilización partidista e hipócrita de la instituciones y crítica cínica a UNIDOS PODEMOS.
Pues bien, al momento de producirse el minuto de silencio, unos diputados, los de UNIDOS PODEMOS, deciden no participar y estar ausentes.
Luego, declaraciones de los adversarios de Rita Barberá en las que, con unas u otras palabras, muestran su respeto por la persona, pero no por su faceta de política. ¿Cómo puede ser esto? ¿cómo se puede distinguir a la "persona" abstracción hecha de una de sus manifestaciones como es la "política"? ¿Cabe, contra la concepción aristotélica del ser humano (zoon politikon), negarle su carácter de "animal político"? No. Por lo tanto, no puede haber tal separación; y no se puede respetar a la persona y no respetar a la persona política. Es esta una de las gansadas más a las que nos tiene acostumbrados la clase política. Según del Diccionario de la Real Academia de la Lengua, "respeto" quiere decir, veneración, acatamiento, miramiento, consideración, deferencia hacia alguien. Siendo esto así, convendría que todos ellos nos aclararan qué es lo que "respetan" de Rita persona y qué no de la Rita política. Al parecer pueden no respetar a Rita en cuanto política que está permanentemente del lado de los de arriba, de los capitalistas, que apoya la política de un partido que no hace sino aumentar la desigualdad en España, que sacrifica los derechos de los de abajo en favor de los de los poderosos, que recorta servicios públicos, que estaba investigada por financiación ilegal del PP valenciano, que endeudó a Valencia con actuaciones propias de megalómanas, que cobraba un sueldo como senadora sin casi pisar tal institución, que se hospedaba en habitaciones de varios cientos de euros por noche pagados con el dinero de los contribuyentes que están sumidos en una crisis durísima, etc. etc. ¿Se puede respetar, venerar, acatar, considerar a una persona así? Urge una explicación. Urge que nos digan, repito, qué es lo que respetan de Rita Barberá ahora que está muerta y que desconocíamos que respetaran de ella en vida. También convendría que nos aclarasen si el fallecimiento de una persona la hace respetable y digna de acatamiento y veneración por ese hecho. En fin, toda esta distinción me parece pura palabrería, cuando no, también, una profunda ignorancia del diccionario o un caso de tergiversación del significado de las palabras.
Y ahora, otro aspecto de la cuestión: la descomunal hipocresía del PP. Resulta que dedican calificativos muy duros a los diputados de UNIDOS PODEMOS por no participar en el homenaje, cuando ellos, los del PP, la trataron en vida con mucha mayor dureza, tanto en Valencia como en Madrid: presionándola para que dimitiera, echándola del partido (Aznar hizo un comunicado en el que pone esto de manifiesto, aunque en el partido se prefiere el eufemismo de "se da de baja"), echándola del grupo del PP en el Senado, no apoyándola jamás en sus declaraciones (salvo el triste recurso a la "presunción de inocencia"). Resumiendo, le dieron la espalda y la ignoraron olímpicamente. Y ahora dicen cosas más o menos como: ¡Qué pena! "Era una gran mujer", "Hizo mucho por Valencia", "Lo dio todo por el partido", "Esos de UNIDOS PODEMOS son pura gentuza por no participar en el homenaje. Ahora vemos de qué calaña son". ¿Se puede ser más hipócritas?
El único que hizo algo por ella fue Rajoy, que la mantuvo como aforada y, quién puede negarlo, autorizó a o influyó para que las Cortes Valencianas la eligieran como senadora.
Tampoco se puede dejar pasar por alto la utilización partidista del evento por parte del PP. Efectivamente, podían, por ejemplo, guardar un minuto de silencio cada vez que una mujer es víctima de un asesinato machista, pero no lo hacen. Todo lo más, y no siempre, se sale a la puerta de las instituciones (donde, por cierto, a veces hay ausencias clamorosas) y nadie pasa lista para ver quién no está y luego hacer la crítica correspondiente. Y otra cosa. Uno de los argumentos para criticar a UNIDOS PODEMOS es que un minuto de silencio no es un homenaje, un acto de respeto y que, por lo tanto, no había motivo para ausentarse. Entonces ¿qué es? ¿un insulto? ¿un acto de desprecio? Los que dicen esto deberían darnos ejemplos de minutos de silencio guardados en favor de personas fallecidas a las que consideraban despreciables. Por tanto, utilización partidista e hipócrita de la instituciones y crítica cínica a UNIDOS PODEMOS.
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