La intervención de Rufián en la sesión de investidura de Rajoy ha dado mucho que hablar, tanto por lo que dijo como, quizás también, por el tono. Vaya por delante que ERC no deja de ser, pese a lo de "izquierda", un partido pequeñoburgués, al que, como tal, la clase trabajadora no es cuestión que le preocupe, salvo para dividirla. Que ello es así, lo deja bien claro su carácter de nacionalista (es decir, división), frente al "internacionalismo proletario" (es decir, unión de los trabajadores, con independencia del país en el que nacieron o donde son explotados. Por tanto, ERC tendría que explicar en qué beneficia a los trabajadores que trabajan en Cataluña una hipotética independencia, qué ventajas obtendría de su división y desgaje de los trabajadores del resto de España, etc. Por otra parte, no puede ignorarse, como ha advertido Garzón, que ERC pacta con un partido absolutamente corrupto desde hace mucho tiempo, como sin duda es Convergencia Democrática de Cataluña o como quiera que ahora se llamen sus herederos (han tenido que cambiar de nombre precisamente para tratar de hacer olvidar tal circunstancia); y la única disculpa que se le ocurre es decir que tal pacto es solo para la consecución de un proyecto nacional. Parece que este nacionalismo pequeñoburgués es el bálsamo de Fierabrás que todo lo sana. ¡Qué vergüenza! Si la MAFIA apoyara ese "proyecto nacional" ¿también se pactaría con ella?
Por tanto, la crítica que hace Rufián al P$o€ solo la admito desde un punto de vista histórico y no, desde luego, desde el de la coherencia, ya que esta virtud me parece que esta muy lejos de adornar a dicho diputado y también su partido.
Dice Rufian: Señores del P$o€ "Iscariote" llevan 40 años dando una de "cal" y otra de arena". Muy cierto. Al igual que Judas, el P$o€, como todos los sedicentes partidos socialista europeos, traicionó total y absolutamente a la clase trabajadora. Hoy este partido ya no habla de "obreros", de "trabajadores", habla de ciudadanos; es decir, no es un partido de clase. Ahora todos somos iguales, explotadores y explotados somos todos ciudadanos y en pro de todos dicen hacer política. Sencillamente vomitivo. Invito a cualquiera a repasar la historia del P$o€ en España. Es la historia de la pérdida paulatina e imparable de derechos por parte de los trabajadores frente al capital. Pérdida en cuanto a salarios, en cuanto a derechos laborales y sindicales, pérdida en la cuantía de las pensiones, sanidad, educación. Luego la crítica de la traición es totalmente acertada.
"Los fundadores del P$o€ se revuelven en sus tumbas", continúa Rufián. Evidente. Pablo Iglesias funda un partido marxista que, lógicamente, pretendía la abolición del capitalismo y la toma del poder por las clases trabajadoras. Claro que se revolverá en su tumba viendo a Felipe González y a Borrel sentados en consejos de administración, cobrando miles y miles de euros por sus "servicios"; votando, junto con el PP, una reforma constitucional para garantizar los derechos del capital frente a los derechos de los obreros, de los trabajadores.
"Nunca más vuelvan a decirse socialistas, nunca más vuelvan a decirse obreros". Advertencia plenamente lógica. Todos los de cierta edad nos acordamos del P$o€ desmantelando empresas y lazando a la policía frente a los obreros que defendían sus puestos de trabajo; tampoco nos olvidamos de la privatización de todo el sector público para ponerlo en manos del capital, como exigía la entonces CEE. El P$o€ dejó hace mucho de ser socialista y obrero.
"Sres. del P$o€, S.A ¿no les da vergüenza que solo les quede de "izquierdas" el sitio en el que se sientan en los consejos de administración de las eléctricas? Otra gran verdad. Al parecer, todos estos no ven contradicción alguna entre "socialismo obrero" y un asiento en un consejo de administración, donde, entre otras muchas cosas, se toman decisiones sobre sueldos, derechos de los trabajadores, horas de trabajo, etc, etc. Decisiones que, obviamente, tienen como único y exclusivo objetivo el beneficio de los grandes accionistas y no asegurar salarios dignos a los trabajadores ni reforzar sus derechos laborales. Donde esas decisiones se dedican a explorar nuevos métodos de explotación de la clase trabajadora.
Claro, a los del P$o€, oír todo esto les da rabia, pero son verdades como puños, que nadie, con un mínimo conocimiento de lo que fue y es la historia de este partido, puede negar. En eso, en un partido capitalista, es en lo que se convirtió el otrora un partido socialista. Conversión que, como dijo Rufián, supone una clamorosa traición al socialismo, al obrerismo; que supone un abrazo entusiasta al capitalismo y sus consecuencias de explotación de los trabajadores; pobreza, falta de servicios públicos, hambre, etc. para la mayoría y riqueza para una inmensa minoría.
Para acabar, quiero recordarle a Rufián que Rosa Luxemburg antepuso la lucha de la clase trabajadora por su emancipación a la independencia de la Polonia del zar de Rusia. Un ejemplo de coherencia con el internacionalismo proletario frente a la concepción pequeñoburguesa de ERC.
Por tanto, la crítica que hace Rufián al P$o€ solo la admito desde un punto de vista histórico y no, desde luego, desde el de la coherencia, ya que esta virtud me parece que esta muy lejos de adornar a dicho diputado y también su partido.
Dice Rufian: Señores del P$o€ "Iscariote" llevan 40 años dando una de "cal" y otra de arena". Muy cierto. Al igual que Judas, el P$o€, como todos los sedicentes partidos socialista europeos, traicionó total y absolutamente a la clase trabajadora. Hoy este partido ya no habla de "obreros", de "trabajadores", habla de ciudadanos; es decir, no es un partido de clase. Ahora todos somos iguales, explotadores y explotados somos todos ciudadanos y en pro de todos dicen hacer política. Sencillamente vomitivo. Invito a cualquiera a repasar la historia del P$o€ en España. Es la historia de la pérdida paulatina e imparable de derechos por parte de los trabajadores frente al capital. Pérdida en cuanto a salarios, en cuanto a derechos laborales y sindicales, pérdida en la cuantía de las pensiones, sanidad, educación. Luego la crítica de la traición es totalmente acertada.
"Los fundadores del P$o€ se revuelven en sus tumbas", continúa Rufián. Evidente. Pablo Iglesias funda un partido marxista que, lógicamente, pretendía la abolición del capitalismo y la toma del poder por las clases trabajadoras. Claro que se revolverá en su tumba viendo a Felipe González y a Borrel sentados en consejos de administración, cobrando miles y miles de euros por sus "servicios"; votando, junto con el PP, una reforma constitucional para garantizar los derechos del capital frente a los derechos de los obreros, de los trabajadores.
"Nunca más vuelvan a decirse socialistas, nunca más vuelvan a decirse obreros". Advertencia plenamente lógica. Todos los de cierta edad nos acordamos del P$o€ desmantelando empresas y lazando a la policía frente a los obreros que defendían sus puestos de trabajo; tampoco nos olvidamos de la privatización de todo el sector público para ponerlo en manos del capital, como exigía la entonces CEE. El P$o€ dejó hace mucho de ser socialista y obrero.
"Sres. del P$o€, S.A ¿no les da vergüenza que solo les quede de "izquierdas" el sitio en el que se sientan en los consejos de administración de las eléctricas? Otra gran verdad. Al parecer, todos estos no ven contradicción alguna entre "socialismo obrero" y un asiento en un consejo de administración, donde, entre otras muchas cosas, se toman decisiones sobre sueldos, derechos de los trabajadores, horas de trabajo, etc, etc. Decisiones que, obviamente, tienen como único y exclusivo objetivo el beneficio de los grandes accionistas y no asegurar salarios dignos a los trabajadores ni reforzar sus derechos laborales. Donde esas decisiones se dedican a explorar nuevos métodos de explotación de la clase trabajadora.
Claro, a los del P$o€, oír todo esto les da rabia, pero son verdades como puños, que nadie, con un mínimo conocimiento de lo que fue y es la historia de este partido, puede negar. En eso, en un partido capitalista, es en lo que se convirtió el otrora un partido socialista. Conversión que, como dijo Rufián, supone una clamorosa traición al socialismo, al obrerismo; que supone un abrazo entusiasta al capitalismo y sus consecuencias de explotación de los trabajadores; pobreza, falta de servicios públicos, hambre, etc. para la mayoría y riqueza para una inmensa minoría.
Para acabar, quiero recordarle a Rufián que Rosa Luxemburg antepuso la lucha de la clase trabajadora por su emancipación a la independencia de la Polonia del zar de Rusia. Un ejemplo de coherencia con el internacionalismo proletario frente a la concepción pequeñoburguesa de ERC.
Comentarios
Publicar un comentario