Alvaro Nadal, el Ministro de Industria y Energía, ha hecho unas declaraciones donde, como siempre, se pone del lado de las empresas gasista y eléctricas, situándose, por tanto, en contra de la clase trabajadora, de los pensionistas, de los parados, es decir, de las clases desfavorecidas.
Resulta que, como consecuencia de las duras condiciones climáticas que estamos viviendo estos días, esas empresas están haciendo su agosto particular subiendo descaradamente los precios, sin importarles las consecuencias que ello podrá tener en todos aquellos cuya precaria situación económica no les permite afrontar los gastos de su factura energética. Nada debe extrañarnos: un capitalista está para ganar dinero a costa de lo que sea. En condiciones normales "solo" explota a sus trabajadores; pero en unas como en las actuales, además, se le brinda la oportunidad de explotar o sobreexplotar a los consumidores. La cosa no tiene duda. El precio de la energía está sometido a la ley de la oferta y la demanda, con lo cual un aumento significativo de la demanda o se suple con más oferta o se aumentan los precios. En nuestro caso, el capitalista no lo duda: aumenta el precio, pues sabe que el consumidor necesita imperiosamente la energía y un mayor consumo de ella ante la dureza de las condiciones climáticas. Por lo tanto, nuestro capitalista hace un negocio redondo a costa de las necesidades de los demás. Así que mientras duren estas condiciones, los precios continuarán siendo altos para satisfacción de estos chupasangres.
Resulta que, como consecuencia de las duras condiciones climáticas que estamos viviendo estos días, esas empresas están haciendo su agosto particular subiendo descaradamente los precios, sin importarles las consecuencias que ello podrá tener en todos aquellos cuya precaria situación económica no les permite afrontar los gastos de su factura energética. Nada debe extrañarnos: un capitalista está para ganar dinero a costa de lo que sea. En condiciones normales "solo" explota a sus trabajadores; pero en unas como en las actuales, además, se le brinda la oportunidad de explotar o sobreexplotar a los consumidores. La cosa no tiene duda. El precio de la energía está sometido a la ley de la oferta y la demanda, con lo cual un aumento significativo de la demanda o se suple con más oferta o se aumentan los precios. En nuestro caso, el capitalista no lo duda: aumenta el precio, pues sabe que el consumidor necesita imperiosamente la energía y un mayor consumo de ella ante la dureza de las condiciones climáticas. Por lo tanto, nuestro capitalista hace un negocio redondo a costa de las necesidades de los demás. Así que mientras duren estas condiciones, los precios continuarán siendo altos para satisfacción de estos chupasangres.
¿Y qué hace el Gobierno? Pues por boca de su insigne Ministro de Industria y Energía, primero, nos dice una obviedad del siguiente calibre: "Cuanto más frío hace hay más consumo de electricidad y más demanda..". Será por afirmaciones como estas por las que ha llegado a Ministro. Y remata esta frase así: "...y se tiene que producir con medios más caros". Pero no hay una palabra al "negocio" monumental que hacen las eléctricas con esa subida de precios y, mucho menos, a que ese producción más cara la pagamos los consumidores.
Pero no todo son malas noticias. El Ministro nos consuela con otra monumental obviedad: "Las puntas del precio de la energía siempre son en la parte dura del invierno, pero a medida que vayamos pasando estas semanas algo mejorará la situación". Claro que este consuelo no es porque el vaya a hacer algo; no, el consuelo viene porque nuestro Ministro espera que las condiciones climáticas cambien y, entonces, se aliviará la situación. Impresionante.
Decía que el consuelo no es porque el Ministro vaya hacer algo. Efectivamente, no va a hacer nada en absoluto. Lo único que, al parecer, se le ha ocurrido, es encargar un informe a la Comisión Nacional de Mercados y la Competencia; un informe que podría salir "antes de plazo", para ver qué elementos del sistema eléctrico pueden mejorarse para contribuir a la moderación de los precios. El Sr. Nadal y el gobierno, por lo que se ve, no se enteraron hasta ahora de la continua evolución al alza de los precios de la electricidad desde la liberalización del sector; tampoco se les pasó por la cabeza que a veces vienen inviernos muy fríos y, ante esta "novedad" es en estos momentos cuando encarga un informe para ver si se pueden "moderar" los precios, Nada de bajarlos, por supuesto, moderar su crecimiento, no vaya a ser que se enfaden sus jefes, los dueños de las eléctricas.
No olvidemos para entender muchas de estas cosas que Aznar, entre otras, privatizó ENDESA, que luego lo fichó como asesor.
Y mientras pasa todo esto y un Ministro dice y hace estupideces como las que acabamos de ver ¿qué hacemos los que las sufrimos? Al parecer, seguimos sin darnos cuenta de que hay que pasar a la acción, pues lo que hay ahora no vale.
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