Esta Ministra de Sanidad que tenemos, como todos los que nos gobiernan, considera, y no está exenta de razón, que somos tontos, pues viendo todo lo que pasa en España y en el resto del mundo, resulta inconcebible, o al menos a mi me lo resulta, que, elección tras elección, sigan ganando siempre los mismos, es decir, los capitalistas o, mejor dicho, sus representantes, pues ni Gates ni Ortega ni Botín ni Slim y así un larguísimo etcétera, se presentan a las elecciones Ni quieren ni les hace falta, ya que para conseguir sus propósitos (esencialmente mantener la libertad de poder seguir explotando a otros seres humanos, la única libertad que en realidad les importa) están Trump, Rajoy, Peña Nieto, etc.
Pues bien, la Ministra de Sanidad se descuelga con que los pensionistas van a tener que "copagar" más por las medicinas en función de la cuantía de su pensión. Naturalmente, esto trae causa de la enorme factura sanitaria que pesa sobre el Gobierno y que quiere disminuir, como es lo normal en una representante del capitalismo, a costa de las clases en su día (hoy también, pero de otra forma) explotadas. Pero, hete ahí, que se montó un buen revuelo. Los pensionistas (algunos, otros le dan la razón) protestaron; los oportunistas, como el P$o€, también levantaron algo la voz y los medios dieron una amplia cobertura a las palabras, al exabrupto, de la Ministra. Como consecuencia de todo el jaleo que se montó, ahora vienen las rectificaciones, los eufemismos, las mediad verdades, etc. Y entonces, ya no se va a hacer lo anunciado, se va a "estudiar". Y aquí viene lo dicho más arriba de que la Ministra piensa que somos tontos. ¿A "estudiar" qué, Ministra? Si, según ella todo va bien, no hay de qué alarmarse ¿qué tiene que "estudiar" y por qué? Eso no nos lo aclara y no me consta que nadie se lo haya preguntado todavía. Todo una gran mentira. La factura que hay que pagar es enorme, lo saben y tienen que hacer algo, cualquier cosa, pues con el déficit no se juega y el hacha de Europa está en alto. Luego algo tendrán que hacer.
La cosa no ofrece mucha duda; hay que contestar a esta pregunta ¿quién paga la factura? Y, entonces, vienen los problemas. O deberían. Desde un punto de vista como el que caracteriza a este cuaderno cibernético, la solución aparece meridianamente clara: la factura se paga vía impuestos, detrayendo más cantidad de las enormes e indecentes cantidades de dinero que ganan los grandes y no tan grandes explotadores de este país. Nuestro sistema impositivo ha permitido que haya españoles con miles de millones de euros de fortuna personal, de ellos solos, no de sus empresas y negocios; y parte de esa fortuna se acumuló durante los años que llevamos de crisis (no ellos, ellos no pasaron ni pasan por ninguna crisis). Por lo tanto, a las clases trabajadoras, explotadas nos parece como de cajón que deben ser estos, que gracias al sistema viven como viven mientras otros no tienen ni para comer, los que paguen esa factura.
Pero, evidentemente, esto no va a ser así. Se pagará por los de siempre: la clase trabajadora. Y mediante copagos, recortes en los servicios públicos, acudiendo a la deuda pública (que socializa las pérdidas pero no las ganancias) o mecanismos por el estilo. Eso sí, jamás haciendo que la paguen los que de verdad sacan tajada de esta indecencia que se llama capitalismo y en el que tan bien y tan a gusto vive la Ministra de Sanidad. Resulta, por tanto, imperioso tomarse la cuestión en serio (este es un ejemplo más de esta lacra que es el capitalismo) y empezar a dar los pasos pertinentes para acabar con este sistema.
Otra perspectiva, lamentable, de todo esto, es la de los pensionistas que dicen que les parece bien que los que cobran más pensión paguen más por sus medicinas. Al parecer, no se les pasa por la cabeza unirse todos ellos y luchar contra el capital y sus representantes para que sean estos los que les paguen las medicinas como contrapartida a haber esta explotándolos toda su vida laboral. Hasta ese punto llega a degenerar el cerebro en algunos seres humanos.
Pues bien, la Ministra de Sanidad se descuelga con que los pensionistas van a tener que "copagar" más por las medicinas en función de la cuantía de su pensión. Naturalmente, esto trae causa de la enorme factura sanitaria que pesa sobre el Gobierno y que quiere disminuir, como es lo normal en una representante del capitalismo, a costa de las clases en su día (hoy también, pero de otra forma) explotadas. Pero, hete ahí, que se montó un buen revuelo. Los pensionistas (algunos, otros le dan la razón) protestaron; los oportunistas, como el P$o€, también levantaron algo la voz y los medios dieron una amplia cobertura a las palabras, al exabrupto, de la Ministra. Como consecuencia de todo el jaleo que se montó, ahora vienen las rectificaciones, los eufemismos, las mediad verdades, etc. Y entonces, ya no se va a hacer lo anunciado, se va a "estudiar". Y aquí viene lo dicho más arriba de que la Ministra piensa que somos tontos. ¿A "estudiar" qué, Ministra? Si, según ella todo va bien, no hay de qué alarmarse ¿qué tiene que "estudiar" y por qué? Eso no nos lo aclara y no me consta que nadie se lo haya preguntado todavía. Todo una gran mentira. La factura que hay que pagar es enorme, lo saben y tienen que hacer algo, cualquier cosa, pues con el déficit no se juega y el hacha de Europa está en alto. Luego algo tendrán que hacer.
La cosa no ofrece mucha duda; hay que contestar a esta pregunta ¿quién paga la factura? Y, entonces, vienen los problemas. O deberían. Desde un punto de vista como el que caracteriza a este cuaderno cibernético, la solución aparece meridianamente clara: la factura se paga vía impuestos, detrayendo más cantidad de las enormes e indecentes cantidades de dinero que ganan los grandes y no tan grandes explotadores de este país. Nuestro sistema impositivo ha permitido que haya españoles con miles de millones de euros de fortuna personal, de ellos solos, no de sus empresas y negocios; y parte de esa fortuna se acumuló durante los años que llevamos de crisis (no ellos, ellos no pasaron ni pasan por ninguna crisis). Por lo tanto, a las clases trabajadoras, explotadas nos parece como de cajón que deben ser estos, que gracias al sistema viven como viven mientras otros no tienen ni para comer, los que paguen esa factura.
Pero, evidentemente, esto no va a ser así. Se pagará por los de siempre: la clase trabajadora. Y mediante copagos, recortes en los servicios públicos, acudiendo a la deuda pública (que socializa las pérdidas pero no las ganancias) o mecanismos por el estilo. Eso sí, jamás haciendo que la paguen los que de verdad sacan tajada de esta indecencia que se llama capitalismo y en el que tan bien y tan a gusto vive la Ministra de Sanidad. Resulta, por tanto, imperioso tomarse la cuestión en serio (este es un ejemplo más de esta lacra que es el capitalismo) y empezar a dar los pasos pertinentes para acabar con este sistema.
Otra perspectiva, lamentable, de todo esto, es la de los pensionistas que dicen que les parece bien que los que cobran más pensión paguen más por sus medicinas. Al parecer, no se les pasa por la cabeza unirse todos ellos y luchar contra el capital y sus representantes para que sean estos los que les paguen las medicinas como contrapartida a haber esta explotándolos toda su vida laboral. Hasta ese punto llega a degenerar el cerebro en algunos seres humanos.
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