La Nueva España del 23 de marzo de 2018, publica una entrevista con Alfonso Guerra, que no tiene desperdicio. Paso a comentar los aspectos que me parecen más relevantes y que son aquellos que, creo, revelan más claramente qué tipo de escoria de este sujeto.
Antes de entrar en la entrevista, el periodista hace la siguiente afirmación (no sé si porque cree saberlo o porque se lo dijo Guerra): "...acompañado de un par de amigos de toda la vida, compañeros con los que luchó contra el franquismo..." En el antifranquismo, la P$o€ era un partido perfectamente desconocido. Para quien quiera confirmarlo, le recomiendo, entre otros muchos, la lectura de "Cabos sueltos", de Enrique Tierno Galván. En esa época de nuestra historia reciente, el único partido antifranquista era el comunista y algunos otros grupúsculos, pero no la P$o€.
Antes de entrar en la entrevista, el periodista hace la siguiente afirmación (no sé si porque cree saberlo o porque se lo dijo Guerra): "...acompañado de un par de amigos de toda la vida, compañeros con los que luchó contra el franquismo..." En el antifranquismo, la P$o€ era un partido perfectamente desconocido. Para quien quiera confirmarlo, le recomiendo, entre otros muchos, la lectura de "Cabos sueltos", de Enrique Tierno Galván. En esa época de nuestra historia reciente, el único partido antifranquista era el comunista y algunos otros grupúsculos, pero no la P$o€.
También dice el autor de la entrevista que Guerra: "... palpa más sentido común en el discurso de Ciudadanos que en el de Podemos. Lógico. Guerra se siente mucho más cerca de un partido capitalista, como es C's, que de uno que en su interior alberga a gente que se declara anticapitalista. Guerra y la P$o€ son definitivamente capitalistas. Han dejado atrás los principios obreros y socialistas que inspiraron a los fundadores del PSOE. Los de ahora ya no tienen ninguna intención de superar el capitalismo mediante su envío al basurero de la historia para instalar un sistema socialista. Aspiran, al igual que el PP, C's, ERC, PNV, etc, a ser unos meros administradores del capitalismo.
A la pegunta de ¿Cómo ve usted la España de hoy?, contesta:
En 1978 se recuperó la democracia y todos nos pusimos de acuerdo para salir de esa decadencia y buscar la prosperidad del país. Se logró pero últimamente todo ese consenso se ha venido abajo.
¿Qué "democracia" se recuperó y para quién? Volvió la democracia burguesa, sí, con el apoyo de la P$o€, pese a que todavía formalmente no había abandonado el marxismo; y del PCE, que no aprovechó la ocasión para intentar un avance en sus posiciones. Quizá tenía demasiado frescos los acontecimientos de la "revolución de los claveles" portuguesa y se amilanó a la vista de la "disciplina" impuesta en el país vecino. En cuanto a la prosperidad, la mayor tajada se la llevaron, como siempre, los capitalistas. Las mismas grandes familias y emporios de la época franquista fueron los que siguieron imperando e imperan en la España de la transición y en la de hoy. Y todo ello no solo con el beneplácito de la P$o€, sino con su entusiasta participación.
Seguidamente, se le pregunta el por qué de lo que dice, a lo que contesta: La crisis económica de 2007 ha rebajado la calidad de la democracia. Esa crisis ha sido utilizada para reducir los derechos conquistados. Oculta que esa crisis fue causada por los capitalistas y sus guerras por despedazarse unos a otros, así como también que a esta sucederá otra y así sucesivamente, como se encargó de señalar Marx y la historia hasta nuestros días se ha encargado de poner delante de nuestras narices. ¿Cuántas crisis del capitalismo ha habido desde hace 150 años hasta hoy? Cualquier libro de historia económica nos lo cuenta con pelos y señales. Dos de ellas ocasionaron dos guerras mundiales. Por lo que se refiere a los derechos conquistados y su reducción, cabría preguntarle cuáles fueron esos derechos conquistados por los trabajadores. ¿El de huelga? ¿Y a cambio de qué? Pues hay que decirlo. Los sindicatos, ya entonces vendidos al sistema, la P$o€ y el PCE, en vez de mantener derechos que venían del franquismo (presencia mínima de servicios públicos privatizados y derecho del trabajador a elegir, en caso de despido improcedente, entre continuar en la empresa o dejarla previa indemnización), admiten la pérdida de ambos a cambio del derecho de huelga. ¿Por qué se acepto esta trágala? Porque la defensa de los trabajadores y los derechos sociales, fuera de la verborrea mitinera, no estaba entre las prioridades de ni de los sindicatos ni de esos dos partidos. La historia de la "democracia" desde la transición ha sido la historia de la perdida paulatina e inexorable de derechos por parte de la clase trabajadora; pérdida impulsada por el PP y la P$o€, junto con la aquiescencia mal disimulada (alguna huelga general de un día, ¡qué risa!) de los sindicatos. Su pelea no era la de la conquista de derechos, campo en el que admitían su total derrota; lo que trataban, como mucho, era que la pérdida de derechos, que daban por inevitable, fuera más lenta de que lo que pretendían los capitalistas.
Luego le preguntan "¿En qué ha quedado aquella pasada por la izquierda que usted decía que necesitaba este país cuando gobernaba UCD?". A lo que sin despeinarse, contesta: Dejó un legado muy importante. La España de 1992 no se parecía en nada a la de 1977. Y siguiendo con el mismo tema: "Así que ha visto satisfactoriamente cumplido su vaticinio de que con ustedes a España no la iba a conocer ni la madre que la parió." Y él dice: Sí, las cosas empezaron a complicarse en 1996 con la llegada de la derecha al poder y ahora atravesamos una situación muy complicada.
La España de 1992 era la misma que en 1977. El poder lo detentaban los mismos; el sistema económico estaba intacto; los capitalistas ganaban mucho más (quizás ahí si había diferencias sustanciales), pues la entrada en la entonces CEE les había permitido extenderse fuera de nuestras fronteras hacia Europa. Y sin olvidar que la P$o€ hizo el trabajo sucio al gran capital a base de una reconversión industrial salvaje, en la que, a diario, se cerraban empresas públicas y se lanzaba a miles de trabajadores al paro; y, también, después de esta misma operación, se regalaban empresas públicas de los sectores más rentables a sus amigos capitalistas. Rectifico: a España, después del paso por la "izquierda" de la P$o€, no la conocía ni la madre que la parió en el sector capitalista, pues como dijo el nefasto de Solchaga "España es el país donde más rápido se puede hacer uno rico" o algo parecido. Efectivamente, el paso por la "izquierda", a los capitalistas españoles les sentó divinamente. Se llevaron la parte del león; para la clase trabajadora, las migajas.
Continuará.
¿Qué "democracia" se recuperó y para quién? Volvió la democracia burguesa, sí, con el apoyo de la P$o€, pese a que todavía formalmente no había abandonado el marxismo; y del PCE, que no aprovechó la ocasión para intentar un avance en sus posiciones. Quizá tenía demasiado frescos los acontecimientos de la "revolución de los claveles" portuguesa y se amilanó a la vista de la "disciplina" impuesta en el país vecino. En cuanto a la prosperidad, la mayor tajada se la llevaron, como siempre, los capitalistas. Las mismas grandes familias y emporios de la época franquista fueron los que siguieron imperando e imperan en la España de la transición y en la de hoy. Y todo ello no solo con el beneplácito de la P$o€, sino con su entusiasta participación.
Seguidamente, se le pregunta el por qué de lo que dice, a lo que contesta: La crisis económica de 2007 ha rebajado la calidad de la democracia. Esa crisis ha sido utilizada para reducir los derechos conquistados. Oculta que esa crisis fue causada por los capitalistas y sus guerras por despedazarse unos a otros, así como también que a esta sucederá otra y así sucesivamente, como se encargó de señalar Marx y la historia hasta nuestros días se ha encargado de poner delante de nuestras narices. ¿Cuántas crisis del capitalismo ha habido desde hace 150 años hasta hoy? Cualquier libro de historia económica nos lo cuenta con pelos y señales. Dos de ellas ocasionaron dos guerras mundiales. Por lo que se refiere a los derechos conquistados y su reducción, cabría preguntarle cuáles fueron esos derechos conquistados por los trabajadores. ¿El de huelga? ¿Y a cambio de qué? Pues hay que decirlo. Los sindicatos, ya entonces vendidos al sistema, la P$o€ y el PCE, en vez de mantener derechos que venían del franquismo (presencia mínima de servicios públicos privatizados y derecho del trabajador a elegir, en caso de despido improcedente, entre continuar en la empresa o dejarla previa indemnización), admiten la pérdida de ambos a cambio del derecho de huelga. ¿Por qué se acepto esta trágala? Porque la defensa de los trabajadores y los derechos sociales, fuera de la verborrea mitinera, no estaba entre las prioridades de ni de los sindicatos ni de esos dos partidos. La historia de la "democracia" desde la transición ha sido la historia de la perdida paulatina e inexorable de derechos por parte de la clase trabajadora; pérdida impulsada por el PP y la P$o€, junto con la aquiescencia mal disimulada (alguna huelga general de un día, ¡qué risa!) de los sindicatos. Su pelea no era la de la conquista de derechos, campo en el que admitían su total derrota; lo que trataban, como mucho, era que la pérdida de derechos, que daban por inevitable, fuera más lenta de que lo que pretendían los capitalistas.
Luego le preguntan "¿En qué ha quedado aquella pasada por la izquierda que usted decía que necesitaba este país cuando gobernaba UCD?". A lo que sin despeinarse, contesta: Dejó un legado muy importante. La España de 1992 no se parecía en nada a la de 1977. Y siguiendo con el mismo tema: "Así que ha visto satisfactoriamente cumplido su vaticinio de que con ustedes a España no la iba a conocer ni la madre que la parió." Y él dice: Sí, las cosas empezaron a complicarse en 1996 con la llegada de la derecha al poder y ahora atravesamos una situación muy complicada.
La España de 1992 era la misma que en 1977. El poder lo detentaban los mismos; el sistema económico estaba intacto; los capitalistas ganaban mucho más (quizás ahí si había diferencias sustanciales), pues la entrada en la entonces CEE les había permitido extenderse fuera de nuestras fronteras hacia Europa. Y sin olvidar que la P$o€ hizo el trabajo sucio al gran capital a base de una reconversión industrial salvaje, en la que, a diario, se cerraban empresas públicas y se lanzaba a miles de trabajadores al paro; y, también, después de esta misma operación, se regalaban empresas públicas de los sectores más rentables a sus amigos capitalistas. Rectifico: a España, después del paso por la "izquierda" de la P$o€, no la conocía ni la madre que la parió en el sector capitalista, pues como dijo el nefasto de Solchaga "España es el país donde más rápido se puede hacer uno rico" o algo parecido. Efectivamente, el paso por la "izquierda", a los capitalistas españoles les sentó divinamente. Se llevaron la parte del león; para la clase trabajadora, las migajas.
Continuará.
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