En el comentario de ayer sobre César Alierta recordaba que esta había sido declarado por el Tribunal Supremo como autor de un delito de abuso de información privilegiada que la había supuesto unos beneficios de 1'8 millones de euros, todo según un información aparecida en el diario El Mundo. Pues bien, en El País del miércoles 5 de noviembre aparece otra noticia relacionada con este individuo. Se trata de una multa 25'8 millones de euros que pone la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia a Telefónica por las imposiciones de permanencia que esta compañía impone a las pymes en sus contratos y por las penalizaciones en caso de abandono. Dicha Comisión considera, según la información de El País, que tal modo de proceder tiene "efectos restrictivos a la competencia". Recordemos que este personaje preside también el Consejo Empresarial para la Competitividad; es decir, sin ponerse colorado, este sujeto, por un lado, preside un organismo para, según dicen, favorecer la competitividad de las empresas y, por otro, pone en prácticas medidas que hacen a las empresas menos competitivas, imponiéndoles unas condiciones que dificultan el cambio a otras compañías suministradoras de servicios de telecomunicaciones que a las pymes les parezcan mejor. Y ¿qué pasa? Absolutamente nada. Alierta no dimite como Presidente del Consejo y sus ilustres miembros tampoco se lo piden. Total: Alierta comete un delito, Alierta preside una compañía a la que multan por prácticas colusivas de la competencia; y la vida sigue igual. Los de abajo, los explotados por Alierta y toda la cohorte de explotadores que conforman el referido Consejo (ir a iefamiliar.com para ver su composición) asistimos impávidos a este bochornoso espectáculo como si la cosa no fuera con nosotros. Ciertamente, tenemos lo que nos merecemos. Y ya no hablo de los que creen que votando en el actual sistema "democrático" esto tiene arreglo. A estos les recomiendo la visita a un psicoanalista, por si acaso su idiocia pudiera tener algún remedio.
La Secretaría de Organización de Podemos lanzó la campaña "Atarse los cordones" (podría haberse llamado "Descubriendo el Amazonas", pero bueno), la cual viene precedida de rotundas afirmaciones sobre la necesidad de una la vuelta a los orígenes y de reactivación de los Círculos. Es una obviedad decir que esto trae su causa en que hay gente dentro de PODEMOS que piensa que el partido o el movimiento se ha ido alejando de esos orígenes y que los Círculos, como "alma mater", han ido perdiendo tal carácter. Entiendo que es así y, por eso, dentro de la campaña de "Atarse los cordones", aquí va lo que pienso en torno a los Círculos. Los Círculos son el punto de encuentro de la parte de la sociedad civil que se pone en movimiento con el propósito de transformar la realidad que viene impuesta por un sistema económico, el capitalista; y ello, en la medida en que a este la única libertad que de verdad le importa es la libertad de explotación de los seres
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