David Fernández, miembro destacado de la CUP y de ascendencia zamorana (Puebla de Sanabria, para más señas) dice muy enfáticamente, que él no se siente español y que nada que exista en la faz de la tierra le hará jamás sentirse como tal. Yo tampoco me siento español; o, en todo caso, me pregunto que qué es eso, en qué consistirá tal sentimiento y sus consecuencias. Por ejemplo, yo jamás daría la vida por la patria (si es que esta es España) ni haría absolutamente nada por defender a un español si ese español es Francisco González (el del BBVA, ese que le suelta millones a Rato con la "sola" garantía de se nombre) o se trata de Patricia Botín, Florentino Fernández (el del Madrid) y gentuza por el estilo. Por tanto, hasta ahí, yo puedo identificarme con David Fernández. Es más, también me identifico con él y la CUP cuando dicen que son anticapitalistas. Yo también. El problema empieza cuando se declaran nacionalistas catalanes y apuestan por la creación de un nuevo estado, estando para ello cada vez más dispuestos a apoyar la investidura de un burgués capitalista corrupto, como Artur Mas. La coherencia empieza a patinar. ¿Qué pintan unos anticapitalistas colaborando con unos burgueses? ¿Qué pintan hablando de crear un nuevo estado? ¿Se puede ser anticapitalista y nacionalista a la vez? Vemos, pues, que tanto anticapitalismo y tanta declaración en favor de la clase obrera no son más que eso, puras declaraciones. Por que lo que no nos dicen estos anticapitalistas es qué van a hacer y cómo por la clase obrera. ¿Van a proclamar el estado proletario en Cataluña? ¿Va esta clase a tomar el poder del nuevo estado catalán? La desorientación, pues, es total. El nacionalismo, sentimiento pequeñoburgués donde lo haya, les impie ver, si es que no se trata de un intento más de engañar a la clase trabajadora, que ese nuevo estado catalán no sería sino un descomunal fracaso. Esta gente, obnubilados por sus aspiraciones nacionalistas, no recuerdan o no quieren recordar, las palabras de Marx y Engels cuando decían que para que la revolución comunista triunfara sería necesario que en ella participaran los estados europeos más grandes de aquella época. La razón era clara: de no ser así, los demás estados capitalistas se comerían a cualquiera que lo intentara en solitario o sin tener la potencia militar y económica suficiente. Otro ejemplo, pero esta vez del lado de la burguesía, lo tenemos en la Revolución Francesa ¿Que habría sido de ella si los ejércitos de Napoleón no hubieran acabado con el antiguo régimen en Europa?
Por tanto, David Fernández y la CUP, si de verdad son anticapitalistas, lo que tienen que hacer es abandonar esas ideas de pequeñoburgueses, olvidar su nacionalismo catalán, hacer honor al internacionalismo proletario y ponerse del lado de la clase trabajadora, sin importarles si los trabajadores son catalanes, polacos o españoles.
Por tanto, David Fernández y la CUP, si de verdad son anticapitalistas, lo que tienen que hacer es abandonar esas ideas de pequeñoburgueses, olvidar su nacionalismo catalán, hacer honor al internacionalismo proletario y ponerse del lado de la clase trabajadora, sin importarles si los trabajadores son catalanes, polacos o españoles.
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