Hay sujetos cuya inanidad intelectual me resulta insoportable, dicho sea parafraseando el título de la "Insoportable levedad del ser". Me explico. Al principio de esto que la burguesía y mucho progre de izquierdas llaman "democracia", es decir, en 1977, el PSOE era un partido marxista, pues así lo había sido desde su formación por Pablo Iglesias. Y si algo significa ser marxista es que quienes así se consideran trabajan por la abolición del capitalismo y por la desaparición del Estado como entidad que representa los intereses de la clase dominante. Desde este punto de vista, se entiende perfectamente lo que quería decir el adjetivo "socialista" que los fundadores incluyeron en el nombre del partido. Así las cosas, las diferencias que surgieron entre quienes sin duda abogaban por la destrucción del sistema capitalista era la de cómo ello se llevaría a cabo, bien por vía reformista o por vía revolucionaria. En los años 70, el sector dominante del PSOE, el que luego acabaría ganando la elecciones de 1982, se decantaba claramente por la vía reformista. Entendían que de forma gradual podían ir conquistándose el espacio ocupado por el capitalismo y sus instituciones, hasta su completa abolición. Esta posición también la mantenía Besterio durante la República y la guerra civil, en contraposición a Largo Caballero, considerado por algunos como el Lenin español.
Pues bien, en mayo del 1979, se celebró el XXVIII congreso del PSOE, el cual rechazó la propuesta de Felipe González de abandonar el marxismo (o, dicho en otras palabras, se negaron a dejar de ser un parido socialista y obrero para abrazar sin más al capitalismo). Como consecuencia de este rechazo, González dimitió. Inmediatamente empezaron las aclamaciones para su vuelta, lo que tuvo lugar mediante un circo disfrazado de congreso extraordinario que se celebró en septiembre, es decir, cuatro meses después; cuatro meses en los que todos los pequeño-burgueses que anidaban en le PSOE se afanaron en, y consiguieron, tirar por la borda al partido marxista fundado por Pablo Iglesias . Aquí puede decirse desapareció el partido socialista obrero español.
¿Por qué se hizo esto? Nunca, creo, se explico adecuadamente. Yo opino que ello fue debido a sugerencias de sus colegas del PSD alemán (también antiguos marxistas) que, entre otras cosas, ayudaron a financiar la campaña electoral de las elecciones (muchos nos acordamos de aquellos carteles en los que se veía una familia de papá, mamá y niños todos ellos muy blancos y muy rubios). Tampoco habrán sido ajenos a tal operación los poderes fácticos (ejercito, grandes capitalistas, Iglesia, etc); sin olvidar, obviamente, a la entonces CEE y a la OTAN, instituciones a las que pretendían incorporarnos para garantizar el recién implantado sistema "democrático". Y digo "sugerencias" y no "presiones", porque a la vista de como se produjeron los acontecimientos no parece que los "sugeridores" se hayan encontrado con una férrea resistencia en el PSOE al abandono del marxismo, bien por pura traición a sus principios o por una pérdida absoluta de la conciencia de clase. A partir de ahí la triste historia de ese partido es su entreguismo al gran capital y a los poderes fácticos y el apoyo apenas disimulado a la pérdida de derechos por parte de los trabajadores (ver dónde están estos hoy).
Esta introducción es para comentar a lo que ha llegado el PSOE en esa deriva iniciada en 1979 por quien sin duda es uno de los personajes más nefastos de la segunda parte del siglo XX español: Felipe González. De eso son un claro ejemplo las declaraciones de ese prócer conocido como Pedro Sánchez que, en su empeño de alcanza el poder como sea, ahora ya ni se define de izquierdas. Ahora dice que el PSOE es un partido de centro-izquierda, algo así como para algunos es Ciudadanos. Y otra luminaria de ese partido, Pachi López, al hilo del debate surgido por la antigua diputada de UPyD y también antiguo látigo del PSOE, dice que el PSOE está abierto a todos, que el parido es de todos, no únicamente de sus militantes.
La última de este fenómeno. Resulta que pide la inhabilitación de Pablo Iglesias y de Albert Rivera porque reconocieron que seguro que alguna vez pagaron algo en negro. Pues bien, ahora que algunos recordaron que Sánchez admitió haber cobrado en negro, sale diciendo que no se saquen sus palabras de contexto.
Seguro que se pueden encontrar estupideces mayores que estas, pero estas son de alto nivel y nos ponen de manifiesto la absoluta inanidad intelectual de estos sujetos y de todo un partido que los apoya y de muchos millones que los votan. Su completa falta de conciencia de clase les lleva a un monumental cacao mental que los coloca al lado de los capitalistas, es decir, justo donde los puso Felipe González en el año 1979
Se empezó renunciando al marxismo y se acaba diciendo que se es de centro-izquierda. Y todo ello adornado con eso de que el partido no pertenece exclusivamente a los militantes, que pertenece a todos. Fundamentalmente al gran capital que les presta el dinero y no se lo reclama ¿A qué precio?
Pues bien, en mayo del 1979, se celebró el XXVIII congreso del PSOE, el cual rechazó la propuesta de Felipe González de abandonar el marxismo (o, dicho en otras palabras, se negaron a dejar de ser un parido socialista y obrero para abrazar sin más al capitalismo). Como consecuencia de este rechazo, González dimitió. Inmediatamente empezaron las aclamaciones para su vuelta, lo que tuvo lugar mediante un circo disfrazado de congreso extraordinario que se celebró en septiembre, es decir, cuatro meses después; cuatro meses en los que todos los pequeño-burgueses que anidaban en le PSOE se afanaron en, y consiguieron, tirar por la borda al partido marxista fundado por Pablo Iglesias . Aquí puede decirse desapareció el partido socialista obrero español.
¿Por qué se hizo esto? Nunca, creo, se explico adecuadamente. Yo opino que ello fue debido a sugerencias de sus colegas del PSD alemán (también antiguos marxistas) que, entre otras cosas, ayudaron a financiar la campaña electoral de las elecciones (muchos nos acordamos de aquellos carteles en los que se veía una familia de papá, mamá y niños todos ellos muy blancos y muy rubios). Tampoco habrán sido ajenos a tal operación los poderes fácticos (ejercito, grandes capitalistas, Iglesia, etc); sin olvidar, obviamente, a la entonces CEE y a la OTAN, instituciones a las que pretendían incorporarnos para garantizar el recién implantado sistema "democrático". Y digo "sugerencias" y no "presiones", porque a la vista de como se produjeron los acontecimientos no parece que los "sugeridores" se hayan encontrado con una férrea resistencia en el PSOE al abandono del marxismo, bien por pura traición a sus principios o por una pérdida absoluta de la conciencia de clase. A partir de ahí la triste historia de ese partido es su entreguismo al gran capital y a los poderes fácticos y el apoyo apenas disimulado a la pérdida de derechos por parte de los trabajadores (ver dónde están estos hoy).
Esta introducción es para comentar a lo que ha llegado el PSOE en esa deriva iniciada en 1979 por quien sin duda es uno de los personajes más nefastos de la segunda parte del siglo XX español: Felipe González. De eso son un claro ejemplo las declaraciones de ese prócer conocido como Pedro Sánchez que, en su empeño de alcanza el poder como sea, ahora ya ni se define de izquierdas. Ahora dice que el PSOE es un partido de centro-izquierda, algo así como para algunos es Ciudadanos. Y otra luminaria de ese partido, Pachi López, al hilo del debate surgido por la antigua diputada de UPyD y también antiguo látigo del PSOE, dice que el PSOE está abierto a todos, que el parido es de todos, no únicamente de sus militantes.
La última de este fenómeno. Resulta que pide la inhabilitación de Pablo Iglesias y de Albert Rivera porque reconocieron que seguro que alguna vez pagaron algo en negro. Pues bien, ahora que algunos recordaron que Sánchez admitió haber cobrado en negro, sale diciendo que no se saquen sus palabras de contexto.
Seguro que se pueden encontrar estupideces mayores que estas, pero estas son de alto nivel y nos ponen de manifiesto la absoluta inanidad intelectual de estos sujetos y de todo un partido que los apoya y de muchos millones que los votan. Su completa falta de conciencia de clase les lleva a un monumental cacao mental que los coloca al lado de los capitalistas, es decir, justo donde los puso Felipe González en el año 1979
Se empezó renunciando al marxismo y se acaba diciendo que se es de centro-izquierda. Y todo ello adornado con eso de que el partido no pertenece exclusivamente a los militantes, que pertenece a todos. Fundamentalmente al gran capital que les presta el dinero y no se lo reclama ¿A qué precio?
Comentarios
Publicar un comentario