Llevo varias horas viendo distintos canales de televisión hablando todos ellos de los atentados de Bruselas. Como es habitual en estos casos en los últimos años (digamos que desde el ataque a las torre gemelas), todos dicen lo mismo: Unidad frente al terrorismo; todos somos Bruselas; atacan nuestro sistema de libertades, la democracia prevalecerá; no nos van a derrotar; son unos asesinos, etc. etc. Algunos especialistas o quienes las cadenas de televisión consideran especialistas, no lo sé) hablaban de las causas profundas de estos hechos y se referían a la invasión de Irak y al posterior nacimiento de Alqaeda y de todos los grupos que, bajo su inspiración, fueron surgiendo hasta hoy.
Es decir, llevamos años haciendo lo mismo y diciendo lo mismo. No se trata de ver o buscar esas causas profundas. Como es obvio, todo esto no vale absolutamente para nada y así están las cosas.
Pero si lo miramos con calma ¿de qué unidad de todos contra el terrorismo se habla? Según dicen los especialistas no hay tal unidad ni nada que se le parezca más allá de que todos dicen que hace falta la unidad. Dicen, por ejemplo, que estos grupos están anidando ahora en Libia, pero que los diferentes intereses de Alemania, Francia, Reino Unido, etc, hacen totalmente imposible esa respuesta en común que impida que Libia se consolide como una nueva base de terroristas. Al oír esto, la pregunta surge inmediatamente. Cuando se habla de los intereses de Alemania, Reino Unido, etc, de qué o de los intereses de quién hablamos. Es evidente que no de los míos ni de los de millones de alemanes o británicos, que no acertamos a ver como con las veces que nos dijeron que hacía falta la unidad, llevamos años sin ella. Creo que esa falta de respuesta obedece a los diferentes intereses económicos o geoestratégicos (más o menos, lo mismo) de las clases dominantes en la zona. Y esos intereses no son otros, no pueden ser otros que los que detentan el poder económico. Efectivamente, si lo pensamos con calma ¿qué intereses diferentes pueden tener ciudadanos británicos, alemanes o franceses como para impedir una acción en común contra el terrorismo? Ninguno ¿verdad? Sin embargo, los gobiernos que los representan sí ven intereses diferentes; pero esos intereses no son los de los ciudadanos corrientes y molientes (es decir, los que no somos grandes capitalistas) son los de las élites poderosas que les dicen a los gobiernos lo que tienen que hacer en función de sus intereses económicos. Por tanto, esta gentuza está dispuesta a soportar los riesgos del terrorismo antes que ceder en sus intereses. Claro que si lo pensamos bien ¿cuántos de todos estos se suben a un tren como nosotros, hacen cola en un aeropuerto como nosotros, van en metro, autobús, etc, Ellos tienen sus medios privados u oficiales de transporte, por lo que es muy poco probable que les pillen en un atentado como estos.
Otros especialistas dicen que todos los servicios de inteligencia, de policía, de servicios de seguridad de los países europeos son autónomos y carecen de un mando común, lo que facilita muchísimo los movimientos de los terroristas. Hacían, a estos efectos, una comparación entre la ETA y Francia y España. En cuanto el primer país dejó de ser un santuario para los terroristas y las policías de ambos países se pusieron a trabajar al unísono, empezó el principio del fin de la banda terrorista.¿A quién puede interesar, entonces, esa falta de acción común? ¿Estamos como en el caso de Libia?
También, aunque indirectamente, se criticó al cuerpo electoral. Ciertamente, si no es por que nos dejamos impresionar por medidas teatrales, palabras grandielocuentes, intervenciones militares más efectista que efectivas, es decir, si no es porque somos tontos o porque nuestro espíritu crítico es menos que cero ¿cómo puede ser que Hollande, con unos niveles de aceptación que estaban bajo mínimos, puede alcanzar niveles aceptables después de las medidas adoptados tras los atentados de París?
En resumen, sin entrar a analizar si la respuesta al terrorismo debe ser exclusivamente, o principalmente, violenta o no; sin entrar a analizar los motivos que esgrimen los terroristas para justificar su manera de proceder, lo cierto es que la clase política sigue engañando y sigue diciendo las mismas cosas año tras año sin hacer nada de lo que dice hay que hacer. Mucha unidad, sí, pero de palabra: Pura retórica. ¿Dónde está la unidad de acción? Ahí surgen los distintos intereses de los diferentes capitalistas en las distintas zonas calientes: Irak, Siria, Libia, etc.
Es decir, llevamos años haciendo lo mismo y diciendo lo mismo. No se trata de ver o buscar esas causas profundas. Como es obvio, todo esto no vale absolutamente para nada y así están las cosas.
Pero si lo miramos con calma ¿de qué unidad de todos contra el terrorismo se habla? Según dicen los especialistas no hay tal unidad ni nada que se le parezca más allá de que todos dicen que hace falta la unidad. Dicen, por ejemplo, que estos grupos están anidando ahora en Libia, pero que los diferentes intereses de Alemania, Francia, Reino Unido, etc, hacen totalmente imposible esa respuesta en común que impida que Libia se consolide como una nueva base de terroristas. Al oír esto, la pregunta surge inmediatamente. Cuando se habla de los intereses de Alemania, Reino Unido, etc, de qué o de los intereses de quién hablamos. Es evidente que no de los míos ni de los de millones de alemanes o británicos, que no acertamos a ver como con las veces que nos dijeron que hacía falta la unidad, llevamos años sin ella. Creo que esa falta de respuesta obedece a los diferentes intereses económicos o geoestratégicos (más o menos, lo mismo) de las clases dominantes en la zona. Y esos intereses no son otros, no pueden ser otros que los que detentan el poder económico. Efectivamente, si lo pensamos con calma ¿qué intereses diferentes pueden tener ciudadanos británicos, alemanes o franceses como para impedir una acción en común contra el terrorismo? Ninguno ¿verdad? Sin embargo, los gobiernos que los representan sí ven intereses diferentes; pero esos intereses no son los de los ciudadanos corrientes y molientes (es decir, los que no somos grandes capitalistas) son los de las élites poderosas que les dicen a los gobiernos lo que tienen que hacer en función de sus intereses económicos. Por tanto, esta gentuza está dispuesta a soportar los riesgos del terrorismo antes que ceder en sus intereses. Claro que si lo pensamos bien ¿cuántos de todos estos se suben a un tren como nosotros, hacen cola en un aeropuerto como nosotros, van en metro, autobús, etc, Ellos tienen sus medios privados u oficiales de transporte, por lo que es muy poco probable que les pillen en un atentado como estos.
Otros especialistas dicen que todos los servicios de inteligencia, de policía, de servicios de seguridad de los países europeos son autónomos y carecen de un mando común, lo que facilita muchísimo los movimientos de los terroristas. Hacían, a estos efectos, una comparación entre la ETA y Francia y España. En cuanto el primer país dejó de ser un santuario para los terroristas y las policías de ambos países se pusieron a trabajar al unísono, empezó el principio del fin de la banda terrorista.¿A quién puede interesar, entonces, esa falta de acción común? ¿Estamos como en el caso de Libia?
También, aunque indirectamente, se criticó al cuerpo electoral. Ciertamente, si no es por que nos dejamos impresionar por medidas teatrales, palabras grandielocuentes, intervenciones militares más efectista que efectivas, es decir, si no es porque somos tontos o porque nuestro espíritu crítico es menos que cero ¿cómo puede ser que Hollande, con unos niveles de aceptación que estaban bajo mínimos, puede alcanzar niveles aceptables después de las medidas adoptados tras los atentados de París?
En resumen, sin entrar a analizar si la respuesta al terrorismo debe ser exclusivamente, o principalmente, violenta o no; sin entrar a analizar los motivos que esgrimen los terroristas para justificar su manera de proceder, lo cierto es que la clase política sigue engañando y sigue diciendo las mismas cosas año tras año sin hacer nada de lo que dice hay que hacer. Mucha unidad, sí, pero de palabra: Pura retórica. ¿Dónde está la unidad de acción? Ahí surgen los distintos intereses de los diferentes capitalistas en las distintas zonas calientes: Irak, Siria, Libia, etc.
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