Ir al contenido principal

Pedro Sánchez, un indecente capitalista más.

Hace unos días busqué el programa electoral del un día partido socialista de España y hoy un partido más, el PSOE, para confirmar que la palabra obrero no aparecía en ninguna de sus páginas. Pero no llegué a verlo. Me llamó la atención que tuvieran puesta el acta fundacional del partido y un programa electoral sin fecha. Lo primero me molestó sobre manera, pues todos sabemos que el partido fue fundado sobre los principios marxistas, principios que ya hace muchos años que abandonó el PSOE, por lo que hacer gala de tal acta me parece un intento de engaño por parte de esta gentuza, que pretende hacernos creer que ellos tienen algo que ver con los proletarios, los cuales aparecen expresamente citados en tal documento. Lo segundo, el programa electoral sin fecha, era una ejemplar de El Socialista. En tal programa se habla de lucha de clases, obreros, proletarios, de acabar con el capitalismo, etc. Es decir, esta gentuza (es lo más suave que se me ocurre llamarlos) colgando este programa electoral y a continuación los correspondientes a la etapa "democrática" de España quieren hacernos creer que ellos tienen algo que ver con ese tipo de propuestas, cuando resulta que ya no pasan de ser un partido capitalista más, pues expresamente abandonaron los principios marxistas a propuesta de uno de los seres más abyectos de mediados del siglo XX y lo que va del XXI, me refiero a Felipe González, que tras ver derrotada su propuesta en este sentido, dimitió para luego volver aclamado por la militancia que se plegó, en un harakiri incomprensible, a sus deseos antimarxistas.
Así, poniendo esos documentos a la vista de todos y en la forma y con la ocasión con las que lo hacen, la familia del PSOE pone de relieve que nos consideran unos imbéciles de marca mayor, que no sabemos nada de marxismo ni de socialismo, que no sabemos una palabra de historia, que estamos dispuestos a tragarnos esa milonga de que son socialista y obreros; también, que saben que la inmensa mayoría no tiene el más mínimo espíritu crítico y que, por tanto, seguirán votándolos pensando que al hacerlo están haciendo algo por los trabajadores. Y, por otro lado, nos muestran su total falta de decencia.
Por tanto, cuando estos que se llaman socialistas se molestan por que les dicen que son lo mismo que el PP, tal crítica esta sólida y estrictamente justificada, pues el PP es un partido antimarxista, basado en el capitalismo como medio de explotación de la clase obrera, que cree superada la lucha de clases, que cuando los capitalista auténticamente se están forrando a base de abaratamiento del despido, bajadas de sueldos, aumento de la jornada de trabajo contratada sin el pago correspondiente, etc, dice que España va bien. ¿No es este exactamente el mismo diagnóstico que hace el PSOE? Pues claro que lo es; la única diferencia es que este partido pide algo de limosna al gran capital para ver si, graciosamente, no nos explotan tanto. Pero en el fondo, ambos partidos están sólidamente anclados en el capitalismo y a ninguno de los dos, a diferencia de a los fundadores del PSOE, se les pasa por la cabeza hacer algo que puede hacer temblar mínimamente los principios en los que tal sistema se asienta.
Antes el PSOE hablaba de proletarios, de obreros, era internacionalista (el obrero no tiene patria); hoy de españoles, de ciudadanos, es decir, se comporta como el partido burgués que es, pues tan españoles y ciudadanos son Amancio Ortega, Ana Patricia Botín (hasta el apellido la delata), Florentino Pérez, César Alierta y un larguísimo etcétera de explotadores como el último de los parados o como el último emigrante o como el último que ha perdido el subsidio del paro; y la gentuza del PSOE los engloba a todos bajo esos conceptos, como si todos fueran lo mismo, como si se pudiera hacer política en favor de todos ellos a la vez.
Ciertamente, si las normas sobre publicidad engañosa pudieran aplicarse al PSOE ya tendrían que haber quitado la S y la O del nombre del partido hace mucho tiempo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Echenique, "Atarse los cordones" y los Círculos.

La Secretaría de Organización de Podemos lanzó la campaña "Atarse los cordones" (podría haberse llamado "Descubriendo el Amazonas", pero bueno), la cual viene precedida de rotundas afirmaciones sobre la necesidad de una la vuelta a los orígenes y de reactivación de los Círculos. Es una obviedad decir que esto trae su causa en que hay gente dentro de PODEMOS que piensa que el partido o el movimiento se ha ido alejando de esos orígenes y que los Círculos, como "alma mater", han ido perdiendo tal carácter. Entiendo que es así y, por eso, dentro de la campaña de "Atarse los cordones", aquí va lo que pienso en torno a los Círculos. Los Círculos son el punto de encuentro de la parte de la sociedad civil que se pone en movimiento con el propósito de transformar la realidad que viene impuesta por un sistema económico, el capitalista; y ello, en la medida en que a este la única libertad que de verdad le importa es la libertad de explotación de los seres

Sami Naïr: al sevicio de su amo.

El pasado día  15 de noviembre publicaba El País un artículo  de Sami Naïr titulado "Inmigrantes comunitarios". El autor comenta la reciente sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que daba por buena una decisión del gobierno alemán sobre los no-derechos de una ciudadana rumana que solicitaba el acceso a los derechos sociales, pese a que rechazaba buscar un trabajo. Según Sami, esta sentencia servirá de justificación a una ley que parece va a aprobar el Bundestag que permitirá la expulsión de ciudadanos comunitarios que hayan perdido su empleo durante seis meses, a la vez que, vaticina el sagaz Sami, obligará a estos a aceptar cualquier condición laboral si no quieren ser expulsados del país. Todo lo cual, y alguna consideración más sobre los desastres de la política de austeridad impuesta por Merkel, lleva al articulista a lamentar el fracaso de la Europa social dado que "los europeos no han sabido ponerse de acuerdo sobre una base social mínima que permi

El capitalista Pedro Sánchez y los símbolos.

Muchos años después de aquel nefasto congreso en el que el P$o€, a iniciativa del abyecto Felipe González y de toda la camarilla que gobernaba el partido (salvo alguna honrosa excepción como la de Gómez Llorente), abandonara los principios marxistas, ahora empiezan, aunque sea tímidamente, a utilizar nuevos símbolos, quizá con vistas a ir olvidando progresivamente los antiguos símbolos. Ya había dejado de lado, incluso, lo de ser de "izquierdas". Pese a lo que todavía podía verse no hace mucho en algún escenario, eso de "Somos la izquierda", Sánchez ya había empezado a decir que eran un partido de "centro izquierda". Finalmente, ahora, a imitación de PODEMOS empiezan a introducir un corazón. De momento, todavía es "rojo", pero espero que no pase mucho tiempo hasta que podamos verlo verde o marrón o, simplemente, dejemos de verlo, desaparezca. Muy lentamente, los principios, parte del discurso y los símbolos parece que van por el camino de llegar