Resulta curioso ver los comentarios y opiniones sobre cómo tiene que organizarse o estructurarse "Podemos"; afrontar las cuestiones de la afiiliación, elección de cargos, procesos de toma de decisiones, etc. Parece que los "santones" de la democracia ya han emitido su veredicto: deben constiuirse como un partido; vamos, como un engranaje burgués más en los que encuadrar a la gente para su control, con su "aparato", sus procedimientos, sus afiliados, sus cuotas, sus cargos y puestos orgáncios, etc, etc.
Creo que no tiene, no debe, ser así, ni mucho menos. Es más, barrunto que buena parte de su éxito va a depender de cuánto se separen y se diferencien del funcionamiento antidemocrático, controlador y tradicional de los partidos burgueses, donde el culto a la personalidad del "dirigente" es absoluto y donde también es absoluto el dominio que el "aparato", ejerce sobre el partido y todos sus miembros. Así, estoy plenamente convencido que el apoyo hasta ahora recibido se incrementará significtiamente en la medida en que abandonen conceptos tales como "dirección", "dirigentes", "congreso", "presidente", "secretaría general" y todo el funcionamiento burocrático que ello supone; rompan con la categoría del "afiliado" y su pura convocatoria cada equis años para decir "amen" a lo que propongan los "dirigentes"; instauren un proceso de toma de decisiones plenamente abierto y permanente, a través de las redes sociales, las plazas de pueblos y ciudades (recordemos los inicios), recuperando el "concejo abierto"; se encaminen a la plena integración de "los de fuera" en sus listas; estas se confeccionen mediante procesos públicos en los que se llame a participar a todos y no al "afiliado"; se organicen en las comunidades autónomas y ayuntamientos al modo en que se organizó el núcleo que creó el movimiento y decidió el programa y la candidatura para las elecciones europeas (modo de funcionar de éxito indudable y que está a años luz del tradicional de los partidos políticos); muestre que sus hipotéticas alianzas con otros nunca perseguirán el poder personal, sino el alcance de los objetivos políticos del movimiento. En resumen, nada de burocracia y todo "asamblea". Ello originará, de hecho ya está originando, durás críticas por partede los poderes tradicionales (partidos, Gobierno, medios de comunicación, etc), pues un movimiento que funcione bajo estas premisas es un auténtico torpedo en la línea de flotación de todos ellos. Estas críticas no son más que el reflejo del miedo y el desconcierto que causa que "Podemos", sin nada que recuerde al modo de funcionar burocrático y anquilosado de los partidos haya superado cómodamente el millón de votos. Es el argumento en el que baso para escribr estas líneas.
Sin embargo, todo esto que pienso y que espero que sea a donde se dirige "Podemos", no me hace olvidar que, por el momento y a la vista de su programa electoral, no pasa de proponer una reforma del capitalismo; parece que profunda, pero reforma a fin de cuentas.
Creo que no tiene, no debe, ser así, ni mucho menos. Es más, barrunto que buena parte de su éxito va a depender de cuánto se separen y se diferencien del funcionamiento antidemocrático, controlador y tradicional de los partidos burgueses, donde el culto a la personalidad del "dirigente" es absoluto y donde también es absoluto el dominio que el "aparato", ejerce sobre el partido y todos sus miembros. Así, estoy plenamente convencido que el apoyo hasta ahora recibido se incrementará significtiamente en la medida en que abandonen conceptos tales como "dirección", "dirigentes", "congreso", "presidente", "secretaría general" y todo el funcionamiento burocrático que ello supone; rompan con la categoría del "afiliado" y su pura convocatoria cada equis años para decir "amen" a lo que propongan los "dirigentes"; instauren un proceso de toma de decisiones plenamente abierto y permanente, a través de las redes sociales, las plazas de pueblos y ciudades (recordemos los inicios), recuperando el "concejo abierto"; se encaminen a la plena integración de "los de fuera" en sus listas; estas se confeccionen mediante procesos públicos en los que se llame a participar a todos y no al "afiliado"; se organicen en las comunidades autónomas y ayuntamientos al modo en que se organizó el núcleo que creó el movimiento y decidió el programa y la candidatura para las elecciones europeas (modo de funcionar de éxito indudable y que está a años luz del tradicional de los partidos políticos); muestre que sus hipotéticas alianzas con otros nunca perseguirán el poder personal, sino el alcance de los objetivos políticos del movimiento. En resumen, nada de burocracia y todo "asamblea". Ello originará, de hecho ya está originando, durás críticas por partede los poderes tradicionales (partidos, Gobierno, medios de comunicación, etc), pues un movimiento que funcione bajo estas premisas es un auténtico torpedo en la línea de flotación de todos ellos. Estas críticas no son más que el reflejo del miedo y el desconcierto que causa que "Podemos", sin nada que recuerde al modo de funcionar burocrático y anquilosado de los partidos haya superado cómodamente el millón de votos. Es el argumento en el que baso para escribr estas líneas.
Sin embargo, todo esto que pienso y que espero que sea a donde se dirige "Podemos", no me hace olvidar que, por el momento y a la vista de su programa electoral, no pasa de proponer una reforma del capitalismo; parece que profunda, pero reforma a fin de cuentas.
Comentarios
Publicar un comentario