Hoy escuché un anuncio en la radio que ponía de relieve, una vez más, la labor de engaño a todos los niveles y sin importar qué es lo que se pone en juego, que decía que millones de niños tenían que trabajar (supongo que en lugar de estar recibiendo la educación correspondiente) y que ante esto no cabía quedarsee quietos, que había que hacer algo; y, para eso, estaba la Fundación Telefónica. Calculo que, con ese nombre, detras de esa Fundación y jugando un papel decisivo, estará la multinacional del mismo nombre. Resulta que habrá que creerse que Alierta y todos los que de su clase estén de alguna manera metidos en esa Fundación están preocupados por el trabajo infantil en el mundo, cuando ellos son unos explotadores. Es más ¿puede asegurar Telefónica que en los paises en los que opera no obtiene, directa o indirectamente, algún beneficio del trabajo de niños? ¿Pude asegurar Telefónica que no presta servicios telefónicos o de otra índole a empresas que explotan niños? La única preocupación de un capitalista es asegurarse de que siga existiendo en el mundo entero la libertad de explotación (en nuestro país viene garantizada constitucionalmente) y tener un ejército de reserva de mano de obra disponible para ir reponiendo las bajas que se vayan produciendo; y si ese ejército es numeroso por culpa de una crisis como las que causan las luchas entre capitalistas, mucho mejor, pues eso querrá decir que, como ocurre ahora, habrá muchos parados dispuestos a trabajar en las peores condiciones.
Ciertamente, no dudo que entre los propósitos de la Fundación esté el sacar a los niños de su estado de explotación actual, pero, en vez de explicarles por qué ellos y todas sus familias viven en unas condiciones deplorables, lo que hará será llevarlos a escuelas o centros de educación donde, tras cantarles las excelencias del capitalismo y decirles que que buena es Telefónica que se ocupa de ellos, los preparará para ser unos explotados el día de mañana o para convertirse ellos mismos en unos explotadores. Esa es la labor de la Fundación: y, para ello, através de la radio y de su página web, pide nuestra colaboración. Con todo, lo peor no es esto -qué otra cosa cabe esperar de la clase capitalista-, lo peor es que habrá gente sin la menor conciencia del papel que juegan estas insttuciones en la perpetuacióin del capitalismo que estará dispuesta a prestar esa colaboración.
Lo que hay que hacer es acabar con este sistema y, entonces, ya no necesitaremos de Fundaciones que tan "desinteresadamente" como la Fundación Telefónica se propongan acabar con el trabajo infantil.
Ciertamente, no dudo que entre los propósitos de la Fundación esté el sacar a los niños de su estado de explotación actual, pero, en vez de explicarles por qué ellos y todas sus familias viven en unas condiciones deplorables, lo que hará será llevarlos a escuelas o centros de educación donde, tras cantarles las excelencias del capitalismo y decirles que que buena es Telefónica que se ocupa de ellos, los preparará para ser unos explotados el día de mañana o para convertirse ellos mismos en unos explotadores. Esa es la labor de la Fundación: y, para ello, através de la radio y de su página web, pide nuestra colaboración. Con todo, lo peor no es esto -qué otra cosa cabe esperar de la clase capitalista-, lo peor es que habrá gente sin la menor conciencia del papel que juegan estas insttuciones en la perpetuacióin del capitalismo que estará dispuesta a prestar esa colaboración.
Lo que hay que hacer es acabar con este sistema y, entonces, ya no necesitaremos de Fundaciones que tan "desinteresadamente" como la Fundación Telefónica se propongan acabar con el trabajo infantil.
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